El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, abogaba este lunes por impulsar un espacio Schengen “reforzado y mejor” para paliar “las costosas consecuencias que la reintroducción de restricciones fronterizas tiene sobre nuestros ciudadanos y economías, como ha demostrado la pandemia”.
El ministro considera que, una vez que los países logren superar definitivamente la crisis sanitaria, será más necesario que nunca “un Schengen que nos una, no que sirva para construir barreras”.
Grande-Marlaska ha pronuncicaba estas palabras durante su participación por videoconferencia en el II Foro Schengen, convocado por la Comisión Europea, para debatir sobre el futuro de este espacio libre de circulación, creado en 1995, y que agrupa a 26 países europeos, 22 de ellos pertenecientes a la UE, además de Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza.
En la reunión participaron el vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinas; la comisaria de Interior, Ylva Johansson; así como los ministros del Interior de los países de la UE y asociados que forman parte del espacio Schengen.
Grande-Marlaska señalaba la tecnología como principal aliado para reducir las amenazas a la seguridad. “Es posible combatir los riesgos profundizando y aplicando los instrumentos clásicos de cooperación policial, junto al control inteligente de las fronteras exteriores, la interoperabilidad de sistemas informáticos, el big data y la Inteligencia Artificial”.
Durante el debate celebrado, el ministro pedía a la Comisión Europea que la estrategia de futuro que diseñe sobre el Espacio Schengen incluya mecanismos para erradicar la continua prórroga de controles en fronteras interiores; promueva el consenso en la adopción de medidas de control de fronteras; y revise el mecanismo de evaluación y monitorización de Schengen para simplificarlo y hacerlo más eficiente.