El alquiler de las denominadas ‘viviendas vacacionales’ está en auge. La comodidad que reporta alojarse en una casa o apartamento independiente es incuestionable. No estar sujeto a horarios, habitar entre la ciudadanía local y sus precios competitivos son las claves del éxito de esta emergente modalidad alojativa. Sin embargo, también se ha convertido en un próspero negocio para estafadores sin escrúpulos que no dudan en aprovecharse de la buena voluntad y la confianza de sus potenciales víctimas.
Precisamente, para no convertirnos en una de ellas, desde h50 les ofrecemos una serie de pautas para reducir las posibilidades de ser vilmente engañados y que nos arruinen así nuestras vacaciones ¡Comenzamos!
1. Trata siempre de reservar un alojamiento a través de una web de referencia. En los últimos años han emergido diferentes web a nivel internacional que ofrecen a sus clientes coberturas de seguros en caso de fraude.
2. Comprueba la veracidad de los datos publicados en el anuncio. Internet es una esplendida aliada para ello. Google Maps, Facebook contiene mucha información útil.
3. La calidad de los comentarios y su número suele ser una buen indicador. Si no tiene comentarios, desconfíen.
4. Consulta la antigüedad del anuncio. Una publicación más o menos antigua en una web reconocida, es un buen síntoma. Por el contrario, toma precauciones si el anuncio ha sido recientemente insertado ¡Tan pronto aparece como desaparece!
5. No transferir dinero fuera de las plataformas de pago que ofrecen las web. Si realizamos el pago de nuestra reserva a través de esta plataforma nos aseguramos que nos devuelvan el dinero en caso de engaño. Dependerá de nosotros si nos merece pagar esta cobertura o asumir el riesgo.
6. En defecto del punto 5, utilizar medios de pago seguros, como Paypal, tarjetas de crédito o transferencias bancarias a entidades bancarias reconocidas. En este último caso, podemos cotejar el titular de la cuenta con el propietario de la propiedad.
7. Desconfía de los bajos precios y las gangas, nadie da duros por pesetas. Cierto es que los estafadores se han percatado que esta maniobra les delata. Por este motivo han comenzado a solicitar precios más creíbles, aunque en la mayoría de los casos, por debajo de los precios de mercado.
8. No adelantes todo el dinero hasta tu llegada al alojamiento. Con ello reducimos la cuantía defraudada en caso de timo.
9. Firma un contrato de arrendamiento donde figuren los datos del arrendador y arrendatario, formas de pago y las cantidades así como las fechas de estancia. Conserva una copia. Atentos a las posibles falsificaciones documentales.
10. Redacciones automatizadas y con faltas ortográficas. Una mala redacción del anuncio suele ser un indicador que podría tratarse de mensajes automatizados empleados por los timadores de forma estándar en varios países.
11. Coteja el número de registro turístico. Las viviendas vacacionales legales constan de un número de registro turístico y por tanto se trata de propiedades sujetas al control de la administración que cada Comunidad Autónoma determine.
12. Otros de los indicios de fraude: oponerse a mostrar el piso, no atender al teléfono y/o establecer una dirección de email como único medio de comunicación, mediante excusas variopintas, pueden ser indicadores suficientes para activar las alarmas de las sospechas.
“Desconfía de los bajos precios y las gangas. Nadie da duros por pesetas”
Siguiendo todas estas pautas reduciremos drásticamente las posibilidades de ser engañados. A buen seguro, los timadores buscarán víctimas más ‘fáciles’ que usted. Si a pesar de todo, somos presa de esta modalidad delictiva, no lo dudes, hay que interponer la correspondiente denuncia acudiendo a la Comisaría de Policía Nacional o Puesto de la Guardia Civil más cercano. Si no conseguimos recuperar nuestro dinero, al menos estaremos contribuyendo a que otros no lo pierdan.
