A través de vídeos difundidos en las redes sociales se han detectado una multitudinaria pelea multirracial en una zona de estacionamiento de la Estación Marítima del puerto de Maó (Menorca).
Los hechos han destacado por la extrema violencia con la que se baten en duelo una treintena de jóvenes que se golpean a puñetazo limpio, patadas y llaves con las que trataban de matar por asfixia a sus oponentes. Una situación de descontrol que se sitúa a las 07:00 horas del pasado domingo en las proximidades de una zona de bares y ocio nocturno.
Según afirma el diario Menorca.info, Algunos de los presentes intentaron detener la pelea, que se fue trasladando por distintos puntos del aparcamiento, y dieron aviso al 112. Agentes de la Policía Nacional se trasladaron al lugar de la trifulca, pero cuando llegaron esta ya había finalizado.
Continúa abierta ahora la investigación de lo sucedido, a raíz de una denuncia presentada por uno de los implicados en el suceso.
Pelea en el puerto de Menorca: pic.twitter.com/P3sVnLhGFC
— Wall Street Wolverine (@wallstwolverine) July 3, 2023
Análisis h50
Una vez más, a inicios de semana conocemos casos de violentas peleas entre jóvenes bajo la clara influencia del alcohol y las drogas. Un punto clave es la permisibilidad de los ayuntamientos para facilitar la concentración de personas para el consumo de este tipo de sustancias a modo de “botellódromos” o del escaso interés en controlar puntos críticos donde suele detonarse este tipo de conflictos.
Urgen un plan de concienciación a nivel gubernamental sobre el consumo desmesurado de alcohol y drogas. Algo que no se lleva haciendo desde décadas, por lo menos de una forma intensiva aprovechando el poder de alcance de los medios de comunicación y las redes sociales.