Unas 8.000 personas se han movilizado el domingo en las calles de Bruselas para protestar contra las medidas impuestas para frenar la pandemia de coronavirus y la intención del Gobierno de imponer la obligación a vacunarse. Los datos oficiales han siguado la tasa de contagios en un récord histórico de 2.127 por cada 100.000 habitantes.
Los agentes antidisturbios respondieron a los insurrectos con cañones de agua y gases lacrimógenos, lo que dispersó a los manifestantes evitando mayores daños personales y materiales.
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La marcha se inició cerca de la Estación Norte de la capital belga y la multitud se dirigió hacia el barrio europeo. Los manifestantes exhibieron carteles en defensa de la libertad y contra la “dictadura de la estigmatización” de los no vacunados. Aunque las protestas fueron mayoritariamente pacíficas un sector radical arrojó artefactos caseros y fuegos artificiales a las fuerzas de seguridad que se desplegaron para mantener el orden en las inmediaciones de la sede de la Comisión Europea y el Consejo.
Situation tendue à #Bruxelles lors de la manifestation contre le pass sanitaire et les restrictions. #Brussel pic.twitter.com/U1Muh6LIGV
— Anonyme Citoyen (@AnonymeCitoyen) December 5, 2021
La convocatoria de esta manifestación tiene su origen en la intención de las autoridades para exigir que el certificado digital Covid-19 sea necesario para accedee a bares, restaurantes y algunos eventos de ocio en Bélgica. Algunos de los que apoyan estas movilizaciones afirman que no se oponen a las vacunas, sino a la posibilidad de que sean obligatorias para personas distintas del personal sanitario a partir de enero de 2022.