Los guerrilleros urbanos continúan sembrando el caos. Esta vez un brutal ataque contra la Comissaria de la Policia de los Mossos d’Esquadra en Vilafranca del Penedès que fue atacada con pirotecnia tratando de provocar graves daños e incendiarla.
Se trata de ataques perfectamente planificados y con un objetivo claro, atentar contra las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. La excusa del encarcelamiento de Pablo Hasel ha pasado a un segundo plano y ya solo se busca causar el mayor daño posible.
El origen de estos atentados han surgido a raíz de una nueva convocatoria de manifestaciones a las 19:00 horas durante las que algunos manifestantes han destrozado las vallas de seguridad que rodean el perímetro y han lanzado piedras y pintura contra un vehículo policial. En estas protestas se han reunido a casi doscientas personas bajo el lema “Seguimos. Extendemos la rabia por todas partes”.
Los radicales juegan con viento a favor al ser alentados por verdaderos alborotadores a través de comentarios impropios de cargos electos de un Estado Democrático.