Europol apoyó a la policía rumana (Poliția Română) para desmantelar un grupo delictivo organizado implicado en el tráfico ilícito de migrantes. Las autoridades policiales de Austria, Chequia, Alemania, Hungría, Polonia y Serbia también apoyaron el operativo.
Durante la investigación, los agentes de policía detectaron en 4 ocasiones distintas a 30 migrantes irregulares que intentaban cruzar ilegalmente las fronteras. Los migrantes entraban legalmente en Serbia o Rumanía antes de ser introducidos clandestinamente en la Unión Europea.
Pagaban entre 5 000 y 6 000 euros por persona para ser trasladados en camiones y furgonetas desde Rumanía a Alemania, Italia y Portugal.
La investigación, iniciada en 2019, descubrió una red criminal bien organizada con sucursales en varios países de Europa del Este. Varios ciudadanos indios, algunos de ellos residentes legalmente en Rumania, estaban coordinando las actividades delictivas. En noviembre de 2020 y en enero de 2021, la policía rumana arrestó a dos personas de origen indio, sospechosas de liderar la rama de reclutamiento. Una banda compuesta por ciudadanos rumanos se encargaba del transporte de los migrantes irregulares a sus países de destino final.
Europol facilitó el intercambio de información, proporcionó coordinación operativa y apoyo analítico. El día de la acción, Europol envió un analista a Bacau, Rumanía, para permitir el intercambio de información en tiempo real y cotejar la información operativa con las bases de datos de Europol para proporcionar pistas a los investigadores sobre el terreno.