La portavoz de Interior del Grupo Popular en el Congreso, Ana Belén Vázquez, reclama la dimisión del ministro del Interior Fernando Grande Marlaska, o el cese si se niega, “por su sectarismo, arbitrariedad y abuso de poder”. “Todo lo que sabía sobre el Estado de derecho se le olvidó el día en que abrazó las siglas del PSOE”, proclama.
La portavoz recrimina “al ausente Marlaska” que se niegue a dar la cara el día en que el Congreso debate en Pleno, a iniciativa de su partido, la moción que exige su dimisión.
“Es vergonzoso verle huir del Congreso con una agenda ministerial vacía”.
Ana Belén remarca que “desde su nombramiento hemos pasado del respeto a la sorpresa, de la sorpresa a la perplejidad y de la perplejidad a la indignación”, asegura.
Tras “el varapalo” de la Audiencia Nacional que anula el cese de Pérez de los Cobos y juzga la actuación del Ministerio como “arbitraria e ilegal”, asegura que “no existe calificación más vergonzosa para un ministro, que es además magistrado de carrera”.
Desde la tribuna lamenta que “ha tenido que venir un juez a recordarle que ningún ministro ni alto cargo está por encima de la ley”. “Pudo ser recordado como el juez que combatió a ETA, pero será recordado como el ministro que complace a la izquierda abertzale”, añade.
La diputada señala que Marlaska ha pagado un alto precio por su sillón de ministro: “Ha cambiado las sentencias por los acercamientos, la toga por la cinta de correr y los abrazos a las víctimas por el aplauso de Bildu”. “¿Cómo se puede caer tan bajo en tan poco tiempo?”, se pregunta. Censura que “ha pretendido ganar un pulso a la Guardia Civil y poner este cuerpo al servicio de los intereses de su partido”. “Esa osadía le costará muy cara porque la Policía y la Guardia Civil nunca se van a someter a sus caprichos”, le advierte.
Destaca que “cuanto mayor sea su obstinación en permanecer en el cargo, más sonora será su caída”.
La diputada le reprocha que haya pasado de abrazar las víctimas del terrorismo a despreciarlas con acercamientos cada viernes de terroristas y asesinos sanguinarios, que use la patada en la puerta sin orden judicial, que no condene la violencia contra la Policía y que no sea capaz de frenar el desorden y el vandalismo en distintas ciudades de España