La Asociación Andaluza Preventiva del Suicidio Policial (AAPSP) ha publicado un emotivo documental para visibilizar la lacra del suicidio en el ámbito de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. AAP, que nace con un perfil de vocación de servicio público para paliar los silencios y olvidos institucionales hacia los verdaderos héroes de nuestro País. De esta forma, trata de sensibilizar tanto a profesiones, instituciones como a la sociedad de la importancia de encarar este problema y poner en marcha planes de prevención que de una respuesta eficiente y eficaz.
En el trabajo audiovisual elaborado por Innoven producciones, dirigido por Juan Carlos Trujillo Reyes, participan varios integrantes de su equipo, todos ellos personal cualificado en metodologías y proyectos de readaptación, narrando su experiencia en primera persona sobre los sucedido en el pasado, analizando el presente y exponiendo las ideas que han de materializarse en un futuro más que inmediato. La emoción y reflexión recorren cada minuto de este documental titulado Víctimas del silencio y que comienza con un tablón repleto de recortes de prensa recopilando titulares sobre las embestidas de esta causa de mortalidad entre los profesionales de la seguridad pública.
Alberto Martín, presidente y fundador de AAPSP, inicia su exposición remontándose las devastadoras gráficas analizadas desde antes y después de 2015 pasándose de una tasa muy reducida de suicidios hasta incrementarse exponencialmente desde que comenzaron a registrarse casos al margen de la información institucional.
“Nadie habla de suicidios policiales porque están fallando los protocolos de prevención de riesgos laborales, lo que hacemos desde esta asociación es paliar esas disfunciones”, indica Alberto Martín.
Isabel Becerra, criminóloga y responsable del área de criminología y proyectos preventivos de AASP, hace referencia ineficaz e insuficiente apoyo hacia los agentes con un ratio mínimo de psicólogos que no llega para prestar asistencia a todos. “Un psicólogo por 1.890 agentes” precisa Alberto Martín en referencia a la situación en Andalucía.
El suicidio ya se ha convertido en la principal causa de muerte de los agentes en activo de la Policía Española. Un drama silencioso que se incrementa por momentos. En los últimos 5 años se han quitado la vida un total de 107 agentes.
Para Juan José Fernández, “la formación es psicosocial, dirigida a la atención del público o hacia las intervenciones que tú puedes tener en la calle, pero no hay introspectiva, no va hacia la persona, no te ayuda a gestionar tus propias emociones”. Este oficial de policía jubilado perteneciente a AAPSP y psicólogo de emergencias lanza además un mensaje, tan concienciador como contundente, concluyendo que “el suicidio es una solución eterna a un problema temporal porque todos los problemas, todos, tienen una solución y si no lo tienen siempre tenemos un nuevo camino que andar hacia otro destino”.
En el documental también se analizan temas como las consecuencias desfavorables que existen para los agentes a la hora de solicitar apoyo en situaciones de crisis o la subcultura que existe en tratar de ocultar las emociones y aguantar. Desde AAPSP consideran que el efecto llamada no puede ser considerado una excusa institucional para no abordar el tema sin tabúes y que desde la dirección de los cuerpos de seguridad se debe afrontar de cara los riesgos para la vida que se derivan. “Nadie habla de suicidio policial porque están fallando los protocolos de prevención de riesgos laborales”, sentencia Alberto Martín.
La Asociación Andaluza Preventiva del Suicidio Policial nace de la lucha de un grupo de personas olvidad@s después de dar lo mejor de si mismos a las instituciones a las que representaban. “Tratamos de trasmitir las inquietudes y miedos de una sociedad , la nuestra, que durante tantos años no se atrevió a pronunciarse públicamente de esta barbarie social e institucional de silencios cómplices”, manifiestan.
Sociólogos, criminólogos, psiquiatras y la experiencia personal de cada miembro de la Asociación, todos ellos Policías o vinculados al colectivo, se unen en un protocolo especialmente diseñado para poner solución a este problema tan grande como es el suicidio de nuestros héroes, tratando de remover conciencias dormidas o silenciadas.