El suceso ocurrió sobre las 3:00 horas del pasado lunes 26 de febrero en las inmediaciones de la avenida Andalucía, cuando el Centro Inteligente de Mando Comunicación y Control (CIMACC 091) recibió un aviso de que un hombre con problemas cardiacos se encontraba indispuesto.
Al llegar al lugar, los agentes encontraron al hombre a punto de caer al suelo, por lo que le ayudaron a tumbarse, evitando así que pudiera producirse más lesiones. Gracias a la formación como socorrista de uno de los agentes actuantes, este detectó la insuficiencia cardiaca, percatándose de la ausencia de signos vitales así como que la víctima llevaba un Desfibrilador Automático Implantado (DAI) y este se encontraba efectuando descargas por lo que el agente inició las compresiones torácicas y organizando los relevos con sus compañeros lo que permitió estabilizar al afectado hasta la llegada de los sanitarios, quienes continuaron con la atención y lo trasladaron al centro hospitalario de la ciudad.
Posteriormente, los agentes acudieron al hospital para conocer su estado, donde el personal médico les confirmó que el paciente evolucionaba favorablemente y estaba fuera de peligro, «gracias en gran medida a la rapidez y eficacia de su actuación».
Nuevamente queda latente como es de imperiosa necesidad formar a nuestros miembros de los cuerpos de seguridad en primeros auxilios ya que se vuelve a demostrar que una correcta capacitación en la materia puede resultar la diferencia en que una persona viva o no.
Por supuesto, queremos unirnos desde estas líneas a la petición de varios sindicatos de que este tipo de intervenciones humanitarias sean debidamente condecoradas ya que no todos los días se puede salvar la vida de un persona, siendo esta una actuación que redunda enormemente el prestigio de a corporación demostrando una vez más la utilidad pública de este servicio
