En S’Arenal de Llucmajor, alrededor de 200 vecinos, en su mayoría de etnia gitana, se congregaron cerca del horno abandonado Juan Tomás para protestar contra la presencia de jóvenes argelinos que habían ocupado el local.
Estos jóvenes, huyendo de Son Gotleu, se encontraban en situación irregular y habían estado involucrados en numerosos actos delictivos incrementando la inseguridad en la zona y el hartazgo de los residentes. La tensión escaló cuando los argelinos intentaron robar a una anciana en plena calle lo que desató la marcha y el intento de ajusticiamiento al grito “Fuera argelinos”.
Para evitar enfrentamientos directos, la Guardia Civil y la Policía Local de Llucmajor intervinieron. El incidente generó una gran movilización policial para mantener el orden en la zona.