Una patrulla de la Policía Nacional de Huelva ha salvado in extremis la vida de un joven de 20 años que trató de ahorcarse con la cinta de una persiana de su domicilio. La rápida actuación de los policías evitó su inminente defunción.
Fue el padre quien alertó telefónicamente a la Policía Nacional, a través de la Sala 091, que su hijo le había comunicado que se iba a quitar la vida.
Sin tiempo que perder, el “zeta” comisionado se presentó en el domicilio falicilitado por el requirente. Nadie respondía al timbre, por lo que los agentes trataron de acceder a la vivienda por todos lo medios, sabían que el tiempo corría en su contra.
La angustia se apoderaba de éstos ante la imposibilitad de acceder a la vivienda, cuando de repente, el compañero de piso del joven se presentó en el lugar con las llaves.
Una vez en el interior, los policías encontraron al varón de 20 años colgado con la cinta de la persiana de una de las ventanas enrollada en el cuello, la cara totalmente amoratada y con los brazos ensangrentados.
Mientras uno se apresuró a sostenerlo por la parte inferior del cuerpo, el otro patrullero cortó la cinta con una navaja, para liberar la presión ejercida sobre su cuello. Se encontraba en estado de inconsciencia y con el pulso muy débil, pero respiraba. Sin tiempo que perder, procedieron a practicar maniobras de reanimación hasta la llegada de la ambulancia.
El joven fue trasladado al Hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva, donde se recupera satisfactoriamente.
Una actuación de gran mérito de estos agentes que ha significado salvar una vida y que demuestra, una vez más, la importancia de disponer de suficientes radiopatrullas en las calles que den una respuesta rápida y eficaz a la ciudadanía.