La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Alicante ha condenado a seis años y tres meses de prisión, por un delito de trata de seres humanos en concurso con un delito de explotación sexual y por un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, a una mujer por traer a España a tres personas desde países sudamericanos y obligarles a ejercer la prostitución en pisos de Elche, Dénia y Benidorm para que saldaran una supuesta deuda que habían contraído con ella y su “organización”.
La sentencia la ha absuelto en cambio por falta de pruebas de otros dos delitos de trata de seres humanos en concurso con explotación sexual y de los delitos de pertenencia a grupo criminal y contra la salud pública, de los que también estaba acusada.
Por otra parte, la Sala ha impuesto cuatro meses de prisión por un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros a otra mujer, amiga de una de las víctimas, que puso a ésta en contacto con la principal procesada y ayudó a trasladarla desde el aeropuerto de Madrid hasta Benidorm.
Los hechos sucedieron en octubre de 2018, cuando las perjudicadas, un hombre y una mujer procedentes de Colombia y otra mujer de nacionalidad venezolana, entraron en contacto con la condenada, quien les indicó cómo llegar a España, les envió el billete de avión y les facilitó una cantidad económica para que pudieran justificar que viajaban como turistas.
Una vez en Benidorm, la proxeneta les anunciaba que habían contraído una deuda con su organización, de entre 7.000 y 7.500 euros, que les debían devolver mediante el ejercicio de la prostitución en el piso en el que les había acogido, y en otras residencias de Elche y de Dénia. A al menos una de las víctimas le quitó el pasaporte, no la dejó abandonar la vivienda y le amenazó con hacerle daño, a ella o a su familia, si no cumplía con estas exigencias.
El 29 de octubre de la Policía Nacional realizó una entrada y registro en el piso de Benidorm donde las víctimas les relataron esta situación. Los agentes se incautaron además de más de siete gramos y medio de cocaína en la sala de estar de la vivienda, de los que no se ha podido acreditar su origen.