La Policía Nacional de Orihuela (Alicante) ha detenido a un menor de 15 años por un presunto delito contra la salud pública, tras ser denunciado por su propia madre. Su progenitora, que además entregó la droga a la Policía, pretendía darle así una lección para evitar que continuara con la actividad ilícita.
Un acto poco usual, sin duda. La ley no obliga a presentar denuncia entre familiares de primer grado de consanguinidad, circunstancia que no impide que se pueda hacer. Atendiendo al interés superior y salvaguarda del menor, esta madre decidió dar un escarmiento a su hijo. Ella misma “confiscó” la marihuana de un cajón del dormitorio del menor y la presentó ante la Policía.
Según la agencia EFE, se trataba de 55 envoltorios de papel de plata y film transparente con pequeñas cantidades de marihuana. También hizo entrega de una báscula de precisión que los pequeños traficantes suelen emplear para dividir las dosis de droga, para su posterior venta.
Una acción ejemplar, difícilmente imitable por otros padres, que a buen seguro evitará que el menor prosiga con una actividad delictiva que sólo le depararía la cárcel en un futuro no muy lejano.
Policía H50, periódico digital