© Yolanda Trancho – Escritora
En la ciudad de Lepe, una llamada telefónica entra; agresiones entre personas inmigrantes, esos que en Valencia rellenan los libros de detenidos y por lo que expedientan al inspector que se atreve a divulgar en los medios de comunicación tales hechos.
Bueno, a lo que iba, el vehículo policial, no tiene la mampara protectora, ahí le hemos dado. ¿También la deben de pagar los funcionarios, como se compran los chalecos? Jolina, que me desvió del tema, pues a uno de los agresores que se dedica a la venta y uso de armas blancas, machetes para ser exactos, sin pagar IVA, ni desgravar, ni eso que se llaman autónomos, una factura del Estado que te llega cada mes, como trabajador y empresario, vamos una PYME.
Mira que me cuesta seguir, que me voy por los Cerros de Úbeda. Pues el personaje que no tiene papeles, esos que se llama estar legal en nuestro país, entró por la valla de Ceuta, la cual está desprotegida y vendida, faltan más de 200 agentes para cubrir puestos, pero claro no llegan o igual los esperan a los Reyes Magos que proporcionen su magia navideña y que como vienen de Oriente, pues encontrarán lo que se solicita, porque el ministro no se acuerda de enviarlos.
¡A lo que iba! Que la joven policía en prácticas, y los compañeros redujeron al hombre de color, ¿qué no se dice así? Es negro, porque si no, no puede saberse si es blanco, amarillo, o teñido. La pelea seguía con golpes, puñetazos y patadas, que es lo normal en una de estas actuaciones. Los coches patrulla que acudían a la intervención, no tenían las puñeteras mamparas, jolina, y las hemos tenido en estos dos últimos años en todos los sitios, hasta en los departamentos para realizar el DNI, pero claro, la Policía y la Guardia Civil, son la releche, y pueden con todo. Si con todo, hasta con los golpes del autónomo sin papeles y con machete incluido, el cual no dejó de agredir a la joven policía en prácticas, era su diana, su saco de boxeo, a pesar de que los compañeros quisieran evitarlo, la mujer era el centro de su atención. Tal fue la paliza que recibió, no ella sola, también un compañero que la defendía a capa y espada, como gran caballero, amigo y binomio.
Pues sí, acabando ya el tema, que al final me iré a una película romántica donde ambos en una situación difícil se enamoran.
Terminaron en el hospital, a él le dieron el alta después de curarle y ella quedó ingresada.
Ahora mi pregunta es la siguiente ¿Cómo mujer la tomarán denuncia mujeres? No sé si hay juzgados en los que defiendan a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad ¿El hombre que la agredió y que es negro se le puede acusar de xenofobia y misógino? Porque si hubiese sido al revés, ¿serían los agentes imputados por delitos de odio?
Compañera y compañero os deseo una pronta recuperación. Que esto no sale en los medios de comunicación.
© Yolanda Trancho – Escritora
Me gustaría saber que pasa con los malhechores argelinos y moros que agreden a nuestros policías……
El ministro de interior lo que tiene que hacer Ya!! Es dimitir de un vez