Samuel Little confesó haber cometido 90 asesinatos entre 1970 y 2005. Esta cifra lo sitúa como uno de los mayores asesinos en serie de la historia. El FBI informaba este miércoles sobre el macabro dato portado por este preso de 78 años condenado a cadena perpetua en Estados Unidos.
El presunto asesino fue detenido en septiembre de 2012 en un albergue para personas sin techo en el estado de Kentucky y trasladado a california donde lo reclamaban por drogas. Durante su internamiento, las autoridades cotejaron su ADN con el encontrado en los asesinatos de tres mujeres entre 1987 y 1989. Todas ellas había aparecido estranguladas y sus cuerpos arrojados a un callejón, un vertedero y un garaje.
El FBI prosiguió la investigación a pesar de estar condenado a cadena perpetua. Las autoridades establecieron un alarmante patrón y nexos comunes con otros asesinatos. El perfil de la víctima era claro: mujer, vulnerable, marginada, dedicada a la prostitución y adicta a las drogas. Varios de esos asesinatos acabaron archivados por falta de pruebas y con el cuerpo sin identificar.
Los agentes decidieron entrevistarse son el recluso en la cárcel de California donde sorpresivamente accedió a facilitar datos a los agentes a cambio de un traslado penitenciario. Little aportó información sobre sus asesinatos repasando ciudades, estados y el número exacto de personas que mató en cada lugar. Los detalles y gran precisión de los datos aportados sorprendieron a los investigadores que incluso pudieron comprobar, a pesar del paso de los años, cómo Little era capaz de dibujar el rostro de sus víctimas.
En total, Little confesó 90 asesinatos en un lapso de 35 años y repartidos por toda la geografía estadounidense. Hasta el momento, 34 ya han sido confirmados, pero muchos otros siguen pendientes de verificar o sin corroborar.