La Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones (APFP) denuncia los graves hechos que este jueves sucedieron en el Centro Penitenciario de Valdemoro, donde una funcionaria de prisiones sufrió un ataque de índole sexual por parte de un interno.
APFP a mayores de mostrar todo su apoyo a la compañera y desearle una pronta recuperación expone que ser conscientes del medio hostil y violento en el que los profesionales penitenciarios realizamos y desempeñamos nuestras funciones requiere al mismo tiempo ser capaz de afrontar y posicionarnos de manera determinante, firme y resolutiva ante situaciones de falta de respeto, amenazas y agresión.
Si en este caso, se ha hecho propuesta de regresión y traslado urgente del interno a otro centro, en la gran mayoría de los casos las medidas adoptadas brillan por su ausencia, teniendo que volver a ver y tratar a quién el día anterior o el mismo día te ha llamado “puta, chupapollas, cabrón o te ha amenazado de muerte”.
Significan que por parte de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias y el Ministerio del Interior, donde el Ministro Fernando Grande-Marlaska ha calificado a los internos como los “débiles” del sistema, se están normalizando agresiones y ofensas que afectan a su integridad física y moral y a las que es una obligación ponerle freno por quienes ejercen la autoridad.
Denuncian que, sembrar respuestas laxas y despenalizadas dará lugar a recoger desprotección, desconfianza e inseguridad para los profesionales penitenciarios que mantienen en pie la institución y se dejan la piel cada día con medios materiales y personales irrisorios, como es asignar servicio a un funcionario o dos con aproximadamente 100 internos.
Refieren que son los profesionales penitenciarios los que representan a la Administración y al Estado y los que deben ser protegidos y amparados en su trabajo con medidas contundentes y categóricas, como ser nombrados agentes de la autoridad, que dejen bien claro que no se toleran las amenazas ni las agresiones a quienes están al servicio de los intereses generales, debiendo ser elevadas estas conductas a las autoridades judiciales, no que ahora quedan en un ilícito administrativo con una sanción que consiste en una privación de horas de salida al patio.
Desde APFP siguen denunciando que los funcionarios de prisiones trabajan sin medios adecuados a la peligrosidad del medio, con circulares e instrucciones que nos criminalizan, sin una formación continua y constante, con una grave falta de personal, sin la equiparación salarial con los compañeros de Cataluña, con la política del buenismo que impera en la Secretaria General de Instituciones Penitenciarias y el Ministerio del Interior minimizando las consecuencias de los actos agresivos y malas conductas de los internos.