Los hechos ocurrieron sobre las 12 horas del pasado día 1 de mayo, cuando el policía nacional A.C.V, con destino en La Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana de la Jefatura Superior de Policía de Madrid, unidad del Grupo de Atención al Ciudadano (G.A.C), se encontraba disfrutando de su día libre en el establecimiento comercial “BURGOCENTRO” del Municipio de Las Rozas de Madrid.
Observó a una mujer tirada en el suelo en la calle, al lado del Centro, sin respiración y rodeada de personas. Se acercó al lugar tomando la iniciativa para tratar de recuperarla y salvar su vida. La mujer no respondía a ningún estímulo, no obteniendo respuesta alguna dado que había perdido la conciencia. Carecía de pulso y no respiraba, como acreditaron con posterioridad los médicos.
No había tiempo que perder. El agente inició un masaje por compresiones torácicas, mientras solicitaba la presencia de los servicios de emergencia.
Se arremolinaron muchas personas y fue entonces cuando se identificó como Policía Nacional, solicitando la colaboración ciudadana a un joven para que entrara al Centro Comercial y consiga un Desfibrilador, el personal de seguridad se lo facilitó. Sin dejar de realizar comprensiones hasta la llegada inmediata del mismo.
A la llegada del Desfibrilador solicitó a otro joven que le diera el relevó en las compresiones sobre el torso de esta mujer, para que momentáneamente, el agente pueda proceder a la correcta colocación del aparato.
Todo se realizaba conforme a lo solicitado y ordenado por el policía. Colocó el Desfibrilador controlado las descargas, tiempo y momento de las mismas. Conoce a la perfección el uso del mimo, lo que le permitió realizar con eficacia la operación.
Cuando finalizó y la mujer recuperó las constantes vitales mínimas, aparecieron indicativos de emergencia y Policía Local de las Rozas. Los sanitarios advirtieron que había salvado una vida. La Policía local tomó los datos del agente para elaborar el informe.
Bravo por ese ángel custodio.