Tragedia en Algeciras tras un suceso que ha dejado un fallecido a las puertas de la iglesia de La Palma después de que un individuo haya atacado a otra persona con un machete de grandes dimensiones poco antes de las siete de la tarde.
Se trata del sacristán de la parroquia, que responde a las iniciales de D.V. Además, unos metros más arriba del citado templo, en otra iglesia cercana como la de San Isidro apuñaló al párroco de ésta y que se encuentra en estado muy grave.
Al parecer hay al menos un detenido que podría tratarse de un ciudadano magrebí de unos 40 años de edad que irrumpió, según testigos presenciales, en La Palma con violencia subiéndose al altar de la parroquia destrozando todo lo que encontró a su paso y tras irrumpir en un patio exterior a la parroquia atacó con el machete al fallecido en cuestión.
La buena inmigración. La que viene a trabajar, a aportar valor añadido al país, a luchar por una vida digna, a apartar a su familia de las condiciones deplorables de su sociedad de origen.
También la que viene a imponer su fracturada y disfuncional realidad social, su ideología y su fe —mientras exigen respeto por la suya—. Y no es una cuestión racial, es cultural. Ellos creen, por su arraigo social, que el mundo funciona así.
Una tragedia más, fruto de las políticas laxas y pasivas de este gobierno (y los anteriores) frente a la inmigración y su integridad efectiva en la sociedad. Y el que no, a la puta calle. Que no somos hermanitas de la caridad, a ver si nos enteramos; que lo que está en juego es nuestra seguridad y nuestra tranquilidad, nuestra paz social.
(Y ya me he quedado a gusto).
Quise decir integración, en lugar de integridad.