Un guardia civil de A Guarda (Pontevedra) pasaba la tarde con la familia y de regreso a su casa, sobre las 17 horas, observó a la novia de un conocido delincuente en actitud vigilante.
Solicitó a su familia que prosiguiera su camino hacia el domicilio familiar, mientras él permaneció en el lugar ante las sospechas que algo extraño ocurría.
Sus sospechas no eran infundadas. Minutos después, constató que la pareja de la chica acaban de romper un cristal de un local comercial, apoderándose de la recaudación.
Por tales hechos, fue detenido por el guardia civil fuera de servicio.
Éste pidió ayuda telefónica para efectuar su traslado a dependencias policiales. Ayer sábado fue puesto a disposición judicial.