El agente pertenece a la Agrupación de Tráfico del Destacamento de Granadilla de Abona. Se hallaba de servicio junto a su compañero en la carretera TF-27, a la altura del kilómetro 90.600. Dieron el alto a una motocicleta que circulaba a gran velocidad y había cometido varias infracciones.
La motocicleta emprendió la huida. Hizo varios “caballitos” burlándose de los agentes y adelantamientos no reglamentarios. Se paró en una isleta y cuando el agente de la Guardia Civil de Tráfico se dirigía hacia el infractor, este intentó atropellarle y de hecho le golpeó. Debido al reflejo del guardia solo de golpeó en la mano con el carenado. Su intención era darle de lleno.
Huyó pero la matrícula le delató y fue detenido en su propio domicilio de la isla de Tenerife. Se le acusa de atentado, lesiones, y varios delitos contra la seguridad vial. Terminó ingresado en prisión.