Fue el pasado día 30, cuando dos agentes de la Brigada Móvil de Seguridad Ciudadana se disponían a detener a dos individuos sospechosos de intentar cometer robos en el metro de Madrid, uno de ellos desarmó a un policía e intentó disparar contra él, apretando el gatillo en repetidas ocasiones. Afortunadamente, el seguro del arma impidió la tragedia, y gracias a la rápida intervención de su compañero, lograron reducir al agresor y recuperar la pistola.
Según Carlos Hidalgo de ABC, la intervención comenzó en la estación del Arte de la línea 1, donde los agentes, que patrullaban de paisano, identificaron a dos varones en actitud vigilante, aparentes carteristas de uno de los muchos clanes que pululan por las zonas más turísticas de la capital. Tras seguirlos discretamente durante varias estaciones, observaron varios intentos fallidos de hurto. Finalmente, en la estación de Gran Vía, decidieron interceptarlos al notar comportamientos aún más sospechosos.
Durante la identificación en un pasillo distribuidor, uno de los sospechosos arrojó una tarjeta de crédito presuntamente robada, mientras que el otro aumentaba su agresividad hacia los agentes. En un momento de caos, uno de los sospechosos huyó, lo que obligó a un agente a perseguirlo sin éxito. Al regresar, encontró a su compañero forcejeando en el suelo con el segundo sospechoso, quien había logrado apoderarse de su arma reglamentaria.
El detenido apuntó y apretó el gatillo, pero el seguro del arma y la valentía del agente evitaron un desenlace fatal.