El Dia Internacional contra la Corrupción, creado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se celebra en todo el mundo desde el año 2003
El objetivo de este día es el de frenar y eliminar en todos los países miembros los actos de corrupción por parte de aquellos hombres y mujeres que se aprovechan de un cargo de poder para enriquecerse a cargo de los demás.
Según los datos aportados por la ONU, cada año se pagan aproximadamente un billón de dólares en sobornos, si a eso le sumamos que, durante el mismo periodo de tiempo, se suelen robar 2,6 billones de dólares mediante la corrupción, esto implica un total del 5% del producto interior bruto (PIB) mundial.
El Secretario General de Naciones Unidas, António Guterres, declaró que “La corrupción es criminal e inmoral, y representa la máxima traición a la confianza pública. Es aún más perjudicial en tiempos de crisis, como está ocurriendo ahora en el mundo con la pandemia por el COVID-19. La respuesta al virus está creando nuevas oportunidades para explotar la supervisión débil y la transparencia inadecuada, desviando recursos que debían estar destinados a personas que se encuentran en su momento de mayor necesidad.”
El dinero que se pierde en corrupción es diez veces mayor al que se dedica a asegurar una calidad de vida acorde a los ciudadanos
Para valorar la percepción que tiene la gente con respecto a los niveles de corrupción de sus gobernantes, existe el índice de percepción de la corrupción (IPC).
España en el 2019 tenía un índice de 62/100
Éste índice, es una valoración de un grupo de expertos que valoran la percepción de la gente a través de encuestas de población. A mayor índice, significaría menor percepción de corrupción por los ciudadanos.
Consecuencias de la corrupción
Las consecuencias de la corrupción, afecta tanto a nivel interior del propio país, que se traduce en altos niveles de criminalidad, bajos niveles educativos, poca seguridad jurídica, etc. como a la inversión extranjera, la cual se ve notablemente reducida.
Independencia judicial
Para erradicar la corrupción, el mejor método es castigar penalmente este tipo de actos, y para ello, se debe garantizar la independencia del poder judicial.
Otra forma, es la despolitización de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que son las encargadas de investigar este tipo de delitos. Actualmente los altos mandos policiales son sustituidos con la entrada de un nuevo Gobierno.