El “caso de Rubiales” se repite, pero esta vez, acosadora y víctima cambian de escenario. Un policía antidisturbios denuncia un beso en la boca no consentido que, durante las manifestaciones de Cataluña, le fue dado por una mujer de corte independentista. Le agarró de la cabeza y lo beso sin su consentimiento, exactamente igual que el caso Rubiales, pero en esta ocasión la agresora ni siquiera pidió permiso.
Los policías sufrieron agresiones de todo tipo en esa época, hablamos de octubre de 2017. Tato físicas como de carácter sexual que motiva la denuncia.
Los hechos ocurrieron hace seis años, el pasado 1 de octubre de 2017, y hoy son denunciados por el agente que se halla inmerso en una investigación precisamente por cumplir la orden judicial para evitar el referéndum ilegal en Cataluña.
La denuncia ha sido interpuesta ayer lunes en el Juzgado de Instrucción 7 de Barcelona. Las pruebas se hallan en un vídeo difundido por la cadena AL Jazeera y publicado en Youtube, en el que claramente se aprecia como en la calle Vía Augusta, frente a el Departamento de Educación de la Generalitat de forma no consentida y por sorpresa una desconocida le dio un beso en la boca.
El agente solo trataba de hacer su trabajo quitando las urnas de ese centro y fue abordado por una mujer de corte independentista que realizó agresión de carácter sexual. Según su denuncia, este hecho le produjo auténtico “asco” y se hallaba presionado en una situación de acoso y hostilidad.
Aporta como prueba evidente un vídeo y pide una orden de alejamiento de 1000 metros de su persona de esta presunta agresora sexual. Pide que se la identifique y se la acuse del correspondiente delito.
El denunciante junto a otros 44 policías se halla investigado por evitar el referéndum, cumpliendo una orden judicial.