La pandemia ha creado unas condiciones mucho más desfavorables para acometer los retos que siguen existiendo con respecto a la lucha contra la desigualdad, pero también ha servido para hacer más evidentes las brechas entre mujeres y hombres. Para CCOO y UGT debe priorizarse la acción política al respecto.
Mediante su labor incesante, los dos sindicatos con más representación de nuestro país ponen en valor, una vez más, el poder de la negociación colectiva y del diálogo social para avanzar sin descanso hacia la igualdad efectiva entre mujeres y hombres, hito que, a su vez, supondría una sociedad más justa, sostenida y solidaria para el conjunto de la población.
PRINCIPALES MEDIDAS
UGT y CCOO coinciden en la necesidad imperante de negociar colectivamente, a través del diálogo social, una ley de igualdad salarial que combata la discriminación retributiva entre mujeres y hombres. Así mismo, es irrenunciable el diseñar (y exigir que se cumplan) planes de igualdad que se adapten a la legislación vigente como la Ley de Igualdad 2/2007 o el Real Decreto ley 6/2019, de medidas urgentes para garantía de la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres en el empleo y la ocupación. Ambas legislaciones fueron aprobadas gracias a la presión y al apoyo de estos sindicatos.
En este sentido, la reforma laboral aprobada por el Gobierno de la crisis económica, cuyos recortes de derechos y de gasto público supusieron un grave perjuicio en contra de la igualdad de oportunidades de las mujeres, debe ser derogada mediante el diálogo social.
Los sindicatos también lucharán por situar el SMI en el 60% de la media salarial para el final de esta legislatura como medida para apoyar a los sectores más afectados por la crisis sanitaria, entre los que se encuentra el de las mujeres. De hecho, las trabajadoras son las que más sufren los contratos a tiempo parcial, así como las tasas de paro y de temporalidad más altas.
CCOO y UGT no ignoramos que se ha producido una grave crisis de cuidados que ha puesto de manifiesto tanto la precariedad de este sector como los prejuicios que se siguen manteniendo acerca del papel que mujeres y hombres tienen en el cuidado de personas mayores y de infantes, tareas que suelen recaer injustamente sobre las mujeres. Esta situación de falta de medios y regulación también afecta a las empleadas del hogar, cuyos derechos debemos equiparar, comenzando por la ratificación del Convenio 189 de la OIT sobre trabajo digno de las trabajadoras del hogar.
UGT y CCOO recordamos también el compromiso del Gobierno para ratificar el Convenio 190 de la OIT sobre la eliminación de la violencia y el acoso en el mundo del trabajo.
Resultará de vital importancia, pues, instaurar unas políticas efectivas con perspectiva de género en educación, en derechos laborales, en la lucha contra la violencia machista y en materia de corresponsabilidad entre mujeres y hombres. Desde CCOO y UGT no renunciaremos tampoco a dignificar el sector cuidados a través de una infraestructura de servicios públicos de calidad, a exigir mayores políticas de compatibilidad de la vida familiar y laboral y a luchar por establecer medidas de protección social igualitaria.