Los hechos ocurrieron en el Sábado Santo del año 2015. Cuatro policías nacionales eran acusados de causar la muerte de un hombre al que había n detenido.
Seis años más tarde el veredicto del jurado popular les considera inocentes. Ha sido mucho tiempo de sufrimiento, de tensa espera, de agobio familiar… la justicia es lenta. Esa lentitud es más injusta y se agrava con quien tiene la conciencia tranquila.
La resolución ha sido unánime, ningún jurado ha quedado con dudas sobre la inocencia de los policías. Fiscalía había solicitado el archivo
Los hechos relataban una acción policial cotidiana de esa madrugada. Un vecino había pedido auxilio en el barrio de Santa María (Cádiz). Estaba siendo perseguido por un hombre con un destornillador.
Los agentes le dieron al alto, trataron de mediar … no hizo caso. Se abalanzó contra ellos y con el destornillador punzante de quince centímetros de hoja, llegó a agredir a uno de los policías que recibió varias puñaladas en el tórax y que quedaron señaladas en su chaleco antibalas. Le consiguieron reducir y una vez en el suelo dejó de respirar y murió.
El fallecido tenía problemas mentales diagnosticados como trastorno bipolar. No tomaba medicación y era agresivo.
La acusación particular en representación del fallecido argumentaba que murió fruto de los golpes recibidos en la cabeza. La defensa de los procesados referenció que esos golpes pudieron deberse al caer al suelo durante su resistencia, habérselos producido antes o incluso por lesiones derivadas de las patologías que ya sufría (había rastros de sangre del fallecido en un escalón).
El fiscal lo vio tan claro que no realizó acusación.
Seis años de angustia y se hizo justicia.