El detenido confesó a un vecino que había matado a su mujer, la cual hacía diez días inició los trámites de separación.
Los hechos ocurrieron este viernes a primera hora de la mañana, dentro del aparcamiento del domicilio donde habían vivido juntos varios años, en la calle Felipe Moya, del barrio de Altabix de Elche.
El matrimonio que desde hacía varios días que no convivían juntos, tenían dos hijos, de 17 y 21 años.
El asesino que responde a las iniciales de P.M.C. tiene 52 años y la víctima de 47 años, María Asunción P.I.
Había iniciado los trámites de separación hacía diez días.
Tras asesinar a su mujer, se dirigió a un vecino y le dijo “he hecho lo que tenía que hacer”, por lo que fue premeditado.
María Asunción se levantó pronto el sábado para dirigirse a su trabajo. Realizaba labores de limpieza en un centro comercial.
Bajó al garaje para coger el vehículo, donde le esperaba P.M.C., el cual tenía mando de la puerta del garaje.
Allí, el asesino, asestó varias puñaladas en el torso a María Asunción. Presentaba también heridas en las manos y cuello como consecuencia del forcejeo para evitar que la matara.
La mujer quedó en el suelo del garaje casi muerta, mientras el agresor, con las manos manchadas de sangre, se dirigió al propietario de un bar cercano y le confesó el crimen.
“He hecho lo que tenía que hacer”
El hombre llamó a emergencias personándose Policía Local que detuvo al autor y una ambulancia que intentó reanimar sin éxito durante una hora a la víctima. Sobre las 08:30 horas fallecía como consecuencia de las heridas que le causó en órganos vitales.
Mientras P.M.C. mataba a su mujer, uno de los hijos, ajeno a todo, dormía en el domicilio, mientras otro pasó la noche fuera.
Efectivos de emergencias tuvieron que asistir a varios familiares, y prestarles apoyo psicológico.
Las banderas ondearon a media asta en Elche, donde se decretaron dos días de luto oficial.