Una nueva tragedia en el mar vuelve a cebarse con el eslabón más débil del tráfico de seres humanos: los propios inmigrantes. Un total de 57 inmigrantes procedentes del continente africano han perecido en aguas del atlántico de camino a las Islas Canarias. 74 pudieron nadar hasta la orilla de Nuadibú y salvar sus vidas.
El naufragio se produjo a la altura de Nuadibú (470 kilómetros al norte de Nuakchot). El cayuco en el que viajaban casi 150 inmigrantes de diferentes nacionalidades, golpeó accidentalmente contra un arrecife y acto seguido volcó. Habrían partido el pasado jueves desde las costas de Gambia en busca del “sueño europeo”.
Solo los tripulantes que sabían nadar, unos 74, pudieron llegar a nado a tierra firme y sobrevivir al naufragio. Peor suerte correrían los otras 57 ocupantes de la embarcación que perecieron ahogados en aguas del Atlántico, muy cerca de Mauritania, al no saber nadar y sin que nadie pudiese ayudarlos.
Una tragedia sin paliativos que pone en entredicho la gestión migratoria de los países pertenecientes al llamado “primer mundo”. Lejos de poner soluciones a la inmigración ilegal y evitar muertes innecesarias de seres humanos, muchos responsables políticos y ONG´s sin escrúpulos, avivan y alientan con eslóganes y campañas publicitarias la llegada descontrolada de inmigrantes.
Los 57 africanos fallecidos en este naufragio se suman a los 20 perecidos durante este año ahogados en el Oceáno Atlántico en su intento desesperado por arribar tierras canarias. Al menos esas son las cifras que se conocen al respecto.
Crisis migratoria en Canarias
Canarias se halla inmersa en una crisis migratoria de considerable calado. A lo largo de este año, hasta 1493 personas han alcanzado ilegalmente las costas canarias a bordo de embarcaciones muy deficitarias e insalubres.
La oleada de ilegales, impulsados por las mafias y, quién sabe, por el denominado “efecto llamada”, ha provocado el colapso absoluto de los recursos alojativos de Canarias. Centros de internamientos, de acogida, pabellones y cualquier otro lugar público susceptible de poder ser empleado para la acogida digna de inmigrantes se encuentran totalmente desbordados.
Una situación insostenible que, sin embargo, no presenta visos de poder solventarse a corto plazo. Mientras tanto, tendremos que continuar lamentado nuevas tragedias en el mar, traducidas en pérdidas de seres humanos inocentes.