El cáncer es la segunda causa de muerte en los países desarrollados; la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC) estima que, en España, el número de muertes por cáncer en el 2020 ascendió a 113.054.
Según el INE, en el 2020 se produjo un incremento de las muertes por cáncer del 17,9% en relación al 2019, causando más muertes que el COVID-19 en ese mismo año. Los tipos de cáncer más frecuentes de fallecimiento en hombres fueron el cáncer de pulmón, convirtiéndose en el mayor responsable de personas fenecidas, seguido de los cánceres de colon, próstata, páncreas y vejiga; el responsable de una mayor mortalidad en mujeres fue el cáncer de mama, seguido por el de pulmón, colon y páncreas.
En España, se estima que la mortalidad por cáncer se incrementará de 113.054 casos en 2020 a más de 160.000 en 2040 (SEOM, 2022)[1].
En el ámbito laboral, el 53% de muertes causadas por la exposición a determinados riesgos en el lugar de trabajo son por cáncer laboral (INSST, 2020)[2]. A día de hoy encontramos un elevado número de agentes cancerígenos a los que se pueden exponer los trabajadores y las trabajadoras. La IARC reconoce 122 agentes cancerígenos para los humanos (Grupo 1), 93 agentes probables cancerígenos para los humanos (Grupo 2A) y 319 agentes posibles cancerígenos para los humanos (Grupo 2B).
En particular, los trabajadores y las trabajadoras de sectores de CCOO del Hábitat (Construcción, Fabricación de la Madera y el Mueble, Bomberos forestales, Peluquerías, etc.) puedan estar expuestos a agentes cancerígenos como amianto, polvo de sílice cristalina, polvo de madera, formaldehído, aminas, benceno, dioxinas, entre otros, si bien, el cáncer desarrollado por exposición a estos agentes no es reconocido en la mayoría de los casos.
En el 2021 solo hubo 49 partes comunicados por exposición a agentes cancerígenos (grupo 6)[3], de los que 25 son por exposición al amianto y 1 por exposición al polvo de sílice cristalina. Este hecho evidencia un claro subregistro que implica la necesidad de mejorar el sistema de notificación de enfermedades profesionales y su reconocimiento para visibilizar la realidad de los centros de trabajo, de manera que se pueda actuar para prevenir el cáncer en el ámbito laboral.
Por estos motivos, desde CCOO del Hábitat reclamamos un Plan estratégico nacional contra el cáncer laboral que incluya actuaciones para promover exposiciones cero a cancerígenos considerando las especificidades de cada sector, donde intervengan los organismos públicos competentes y agentes sociales. Nuestro objetivo es la eliminación de los cancerígenos siempre que técnicamente sea posible, como se específica en el Real Decreto 665/1997, de 12 de mayo; también reclamamos invertir en investigación y desarrollo para fomentar soluciones alternativas a los agentes cancerígenos.
Asimismo, CCOO del Hábitat demanda entornos de trabajos seguros con programas de vigilancia de salud específicos para prevenir el cáncer laboral y erradicar esta silenciosa lacra que acaba con la vida de los trabajadores y las trabajadoras.
- [1] SEOM (2022). Las cifras del cáncer en España 2022.
- [2] INSST (2020). Ocupación, actividad económica y mortalidad por cáncer en España: Resumen ejecutivo. Madrid, diciembre de 2020.
- [3] Observatorio Enfermedades profesionales (CEPROSS) y de enfermedades causadas o agravadas por el trabajo (PANOTRATSS). Informe anual 2021. 21 de abril de 2022