El mercado manda, y mientras los sanitarios, la Policía Nacional y la Guardia Civil espera que se les realicen test, los futbolistas se los hacen masivamente.
De esta forma, las pruebas del COVID-19 han sido realizadas a los jugadores de las primeras plantillas inscritos en LaLiga, así como los cuerpos técnicos y resto de empleados de los clubes que tienen contacto con los jugadores.
Mientras hay miles de sanitarios luchando día tras día con el virus, miles de policías están día y noche en la calle con medios de protección escasos, por no decir nulos, lidiando con personas que se saltan el confinamiento reiteradamente, y desconocen, como el resto de los componentes de los servicios de emergencia si tienen el virus, si lo han tenido de forma asintomática o poseen en su organismo anticuerpos del mismo.
Tanto es así, que varias personalidades del mundo del fútbol han mostrado su malestar con la situación
Paco Jémez, técnico del Rayo Vallecano, aseguró a TVE que «los tests deberían de guardarse para la gente que los necesita, por ejemplo, los sanitarios que están salvando vidas».
Los jugadores del Eibar comunicaron de forma conjunta que expresaban sus dudas sobre la seguridad en el regreso a la competición. Reconocían ser unos privilegiados mientras que hay «millones de trabajadores que han vuelto a sus tareas, con mucha menos atención y muchos menos medios sanitarios».
Pero no sólo el mundo del fútbol goza de este privilegio, y es que sin pensar que pudiera darse la vuelta a la tortilla, a mediados de abril, Pablo Iglesias durante la entrevista en el telediario de TVE dijo que “Todos sabemos que este virus no entiende de territorios, pero sí entiende de clases sociales“.
Y es cierto, porque mientras que, a Irene Montero, Ministra de Igualdad y madre de sus hijos, le han realizado el test hasta en cuatro ocasiones, millones de españoles esperan que se les realicen el primero.
Mientras que a todos los miembros del Gobierno se les ha realizado el test, miles de personas se encuentran en casa confinados con síntomas a la espera del ansiado test, que nunca llega.
Y es que este virus si entiende de clases sociales
A los miembros de los servicios de emergencia sólo le están realizando los test del COVID-19 si presentan síntomas o tienen algún síntoma de haber contraído el coronavirus, si bien, los miembros de estos colectivos como son los sanitarios, policías, bomberos, militares, protección civil, etc, desconocen si han pasado por la enfermedad, se encuentran asintomáticos o tienen anticuerpos.
Es por lo que muchos de estos colectivos a través de sus representantes han recurrido a los tribunales, como es el caso de la policía vasca, La Ertzaina, donde sus miembros por una resolución del Tribunal Superior de Justicia Vasco serán sometidos a pruebas serológicas en el hospital más cercano a su residencia, o los Mossos d´Esquadra, cuyos sindicatos han recurrido a la vía judicial para reclamar test masivos para los agentes a los que representan.
Agentes de policía han decidido pagar de su bolsillo las pruebas serológicas del COVID-19 ante la inanición del Gobierno
Mientras sindicatos y asociaciones reclaman al Gobierno por vía judicial y administrativa que le efectúan test a “sus trabajadores”, éstos no se han quedado de brazos cruzados, y mediante la colaboración de muchos laboratorios a nivel nacional y con prescripción de su médico de familia han decidido pagar una prueba que les diga en qué situación se encuentran frente al coronavirus, y ellos es posible gracias a las ofertas que estos laboratorios han efectuado a los servicios de emergencia, con precios más asequibles para unos colectivos que luchas en primera línea contra el coronavirus.
Todos los ertzainas serán sometidos a pruebas serológicas en el hospital más cercano a su residencia