El terrorismo okupa que germina en determinadas zonas de España ha eclosionado este jueves en la plaza de la Bonanova (Barcelona) con una batalla entre insurrectos y agentes antidisturbios de la BRIMO de los Mossos d´Esquadra.
Las imágenes de enfrentamiento directo por parte de estos individuos hacia las fuerzas de orden público han sido difundidas por varios medios de comunicación. Puede escandalizar que se detecten perfiles jaleando en redes sociales a estos energúmenos que protagonizaron un lamentable espectáculo ayer en Bonanova, sita en la zona alta de Barcelona. Se trata de un grave incidente de seguridad ciudadana en el contexto de la presencia de dos manifestaciones (a favor y en contra de las okupaciones). La cuestión, es que en estos entornos digitales, emergió una campaña de manipulación que trató de enmascarar a los “okupaterroristas” y poner en el centro de la diana a los agentes de los Mossos como los malos de la película.
Imágenes cedidas para h50
Analizando estos usuarios que se posicionan a favor de la delincuencia más barriobajera, se observan claramente dos tipos de perfiles:
- Unos que obedecen a una clara vinculación hacia la izquierda más radical y extrema de los movimientos independentistas de Cataluña.
- Otros “bots” o “mercenarios digitales” detrás de los cuales existe ánimo de lucro para tergiversar la opinión pública recibiendo un sueldo que probablemente se extraiga de subvenciones públicas a ciertos partidos extremistas. Es decir, pagados con los impuestos de todos los españoles trabajadores.
Desde estos perfiles extrañamente retuiteados por cuentas sospechosas de ser fake, se ha llegado a afirmar que los mossos cargaron sin motivo contra la cabecera de manifestación de los segundos mencionados. Es decir, que trataron de manipular la opinión pública afirmando que han sido los ciudadanos y vecinos que viven aterrorizados por los okupas los que agredieron a los Mossos y no los “cívicos e ilustrados okupas gran ejemplo de evolución social” (entiéndase la ironía).
Desde h50.es hemos podido analizar un clip de vídeo completo y puesto en contexto del momento culmen del enfrentamiento. No solo la imagen (interesada) de un fragmento concreto que ha servido a algunos para prostituir la opinión ciudadana protegiendo sus interesas partidistas. Así pues, se observa de forma CLARA Y EVIDENTE que los Mossos D’Esquadra cargaron contra varios manifestantes “black-bloc” cuando estos pretendían saltar un cordón policial que separaba el itinerario de su manifestación con la de los anti-okupas, ciudadanos que protestaban por su derecho a vivir en paz y tranquilidad.
En las mismas imágenes se observa también lanzamiento de objetos contundentes contra los Mossos actuantes. Alguno de ellos incluso llega a recibir el impacto de una piedra en la cabeza.
Mención específica merece un análisis de su vestimenta: ropas ocuras, pasamontañas, protecciones en zonas vitales con armaduras rudimentarias e incluso portando cascos de moto. Todo ello evidencia una premeditación y planificación previa al enfrentamiento que obedece a protocolos de guerrilla urbana detectados en anteriores ocasiones en Barcelona con mayor incidencia durante los episodios del referéndum ilegal del 1-O.
En el marco de esta planificación también hay que destacar el uso de una pancarta a modo de barricada con la que arrastrar a los agentes y evitar que la avanzadilla de antistemas recibiesen los impactos de las defensas reglamentarias de los agentes. Por un lado, está claro que ya sabías lo que iban a recibir y por otro, trataron de protegerse ocultando un sistema de almohadillado construido con espumas y rellenos de sofás/colchones que compactaron con plástico. Un recurso que ocultaron detrás de la sábana con tipografía que arrastraban y que permitió a la infantería okupa mantenerse en posición durante unos segundos hasta que se vieron desbordados por el excelente despliegue de los Mossos.
Resultado de estos disturbios, los partidarios de la okupación se dispersaron por las inmediaciones destrozando escaparates de establecimientos comerciales. En total, 12 individuos han sido denunciados por desobediencia acorde la Ley 4/2015 de Seguridad Ciudadana.
Análisis de Pilaru Ramos, directora de h50.es
Los okupas son todos delincuentes porque cogen lo que no es suyo. Aunque personalmente diferencio entre estos y las familias que no tienen donde ir por falta de recursos.
Para las familias con falta de recursos debería ser el gobierno quién les proporcionara vivienda y no los ciudadanos. El derecho a la propiedad privada está reconocido en la Constitución y defender la propiedad privada es un derecho que nos están arrebatando.
Y para los jóvenes que no quieren trabajar ni estudiar y prefieren delinquir solo les queda la cárcel si son nacionales y la expulsión si son extranjeros que bastante tenemos con mantener a nuestros delincuentes.