Pinchazos y pánico social
Columna de Ricardo Magaz. “CRÓNICAS DEL NUEVE PARABELLUM”. El miedo a las agujas es ancestral. Se llama belenofobia y puede llevar a ataques de histeria, vómitos, mareos e incluso desvanecimientos. A nadie le gusta que le pinchen, por supuesto, y menos aún sin consentimiento. ¿Pero, qué ocurre cuando el pinchazo es un reto viral misógino…