Los sueños de la rubia del jaguar. Extraños compañeros de cama
Manuel Avilés* Estoy un poco harto del balneario pre mortuorio. Iba a decir que estoy hasta los cojones, pero ayer le prometí a un cura que apareció por aquí a ejercer su apostolado, que iba a intentar ser elegante y a no decir barbaridades ni a meterme con curas de misa y olla, obispos, sacristanes…