SUMAR pedirá explicaciones a Interior en el marco de las detenciones que se llevaron a cabo este viernes en Lavapiés. A través del vídeo que ha inundado las redes, se puede apreciar a dos sujetos que se negaron a ser identificados, generando resistencia y agrediendo a uno de los efectivos de la Policía Nacional, que resultó herido.
Los hechos han servido par generar una ola de odio como otras tantas ocasiones y han dejado clara una cosa: los de siempre con lo mínimo y sin apoyo. Si bien es cierto, que la inmensa mayoría de la población -por desgracia- no conoce los protocolos de intervención necesarios y estudiados para hacer frente a situaciones como la ésta, el odio ignorante sembrado es real.
Estamos hablando de una intervención de la que, como en tantas otras, desconocemos “los previos”, ¿qué pasó? ¿Fueron tan “correctos y agradables” los detenidos como se observa en el vídeo? ¿Supieron los agentes estar a la altura del uniforme? Y muchas más preguntas. Todas ellas desde el claro desconocimiento. Lo que sí sabemos es que un vehículo policial resultó maltrecho y que hubo resistencia y agresión. ¿Por qué algunos ciudadanos se niegan a ser identificados? ¿Esconderán algo?
En el vídeo se puede ver a dos policías haciendo frente a una situación que se complicó: uno con un detenido en el suelo y, de pie, el otro tratando de reducir al segundo. Los de SUMAR en palabras de Errejón exigen “no normalizar que esto suceda, no mirar a otro lado, pedir explicaciones”.
La gran cuestión es, ¿de qué? ¿Por qué? ¿Porque hay dos personas negras y policías haciendo su trabajo ante una situación violenta? ¿Qué pasará el día que haya un negro y su binomio de origen marroquí reduciendo a dos sujetos que se negaron a identificarse y generaron destrozos? ¿Existirá ahí esa xenofobia de la que acusan a los policías cada vez que actúan en Lavapiés?
Es importante recalcar el valor del conocimiento y de la instrucción. El conocimiento por parte de los que ven las intervenciones desde su móvil sin saber cómo funciona el “tinglao’” y la instrucción para aquellos que están todo el día quemando rueda y enfrentándose a cualquier imprevisto.
Es tiempo de analizar, por supuesto, la intervención de los actuantes. Del mismo modo, lo es de estudiar el tipo de respuestas que se exponen en la mayor plataforma de información habida hasta la fecha: X.com. Es realmente llamativo leer algunos comentarios, carentes de sentido y conocimiento. Todo se regla con “perros del Estado”, “violencia policial”, “la policía es xenófoba”… Sin tener ni la más remota idea de artes marciales mistas -que usan algunos agentes que se forman en ello-, ni de técnicas de reducción.
Ahora es importante analizar lo que se ve desde factores intrínsecos y extrínsecos al uniformado y al delincuente. Es verdaderamente sorprendente ver la rapidez del fallo popular: tan rápido como ven el vídeo ya saben quién es el culpable y el por qué. Sí, puede haber un policía que se exceda, se estudia y se procede de la manera más contundente posible.
El problema, es que el actuante pocas ganas tiene de problemas y menos hoy en día, que por toser le cae un expediente. Siguiendo ese hilo de realidad, créanme cuando les digo que si vemos actuar con la fuerza e ímpetu que lo hacía el de la derecha, será porque la situación lo merece. Concluyendo, veremos en qué queda esa solicitud de SUMAR y qué hace la justicia y los superiores de esos agentes. Porque la dotación policial hizo su trabajo.