La situación en la que el COVID-19 ha puesto a la sociedad, ha determinado que los guardias civiles vuelvan a dar la talla, y la darán hasta el final, hasta donde se les necesite. En muchos casos, sin recibir los medios de protección más adecuados, lo cual no va a impedir que cumplan la importante misión que se les ha encomendado para que esta tragedia social que vivimos se termine cuanto antes.
Con la salvaguarda de que aún no existe evidencia de cómo va a evolucionar la pandemia y las secuelas que dejará, lo que es cierto es que afectará a personal del cuerpo y las secuelas también.
Por eso, desde APROGC han realizado una propuesta a la Directora General de la Guardia Civil para que inste al Gobierno de España con el fin de que, en el marco de las medidas excepcionales contra el COVID-19 acordadas en estos días, se considere las infecciones de los guardias civiles y sus secuelas como producidas en acto de servicio a los efectos de ayudas, indemnizaciones o pensiones que pudieran derivarse.
El Gobierno de España ha declarado el estado de alarma y una serie de medidas económicas para paliar el daño que la pandemia y sus efectos pueda provocar en la ciudadanía.
“Es una manera de reconocer, y devolver, el esfuerzo que los guardias civiles están haciendo por los demás”, manifiesta desde APROGC a través de un comunicado.