La asociación profesional que defiende los derechos laborales de los guardias civiles critica la escasa implicación observada en los grupos políticos españoles para encontrar una solución al problema generado por 168 migrantes rescatados en el mar y que se amotinaron para evitar su desembarco en Mauritania
JUCIL se preocupa por las condiciones de seguridad e higiene en el trabajo en el que llevan a cabo su labor los guardias civiles y el personal civil que forman la tripulación de la patrullera que ahora se dirige hacia un puerto de Senegal
La asociación profesional Justicia para la Guardia Civil (JUCIL) pide públicamente que las comisiones de Interior y de Exteriores en el Congreso de los Diputados, cuya formación se produce en estos días, investiguen de inmediato las responsabilidades de la mala gestión y del desastre migratorio ocasionado a bordo de la patrullera de altura de la Guardia Civil ‘Río Tajo’, donde ahora 168 subsaharianos son trasladados a un puerto de Senegal tras negarse las autoridades mauritanas a su desembarco.
La ‘Río Tajo’ es un viejo remolcador, con cincuenta años de navegación que se convirtió como patrullera provisional de la misión Frontex de la Unión Europea. A bordo viajan ahora los 168 migrantes rescatados de un cayuco frente a Mauritania en deplorables condiciones higiénicas controlados por una treintena de guardias civiles y cinco integrantes de la tripulación civiles. “El avance es muy lento porque esta vieja embarcación, hoy patrullera provisional de estilo ‘vintage’, navega a una velocidad máxima de 11 nudos”, ha recordado el secretario de Comunicación de JUCIL, Agustín Leal.
Un guardia civil por cada cinco migrantes en la nave
Más allá de la mala gestión que se ha observado para la resolución del problema por parte de Frontex, JUCIL espera respuestas y explicaciones de las autoridades españolas a través de las comisiones parlamentarias que aclares cómo y quién ha dado las equívocas órdenes que han permitido que estos migrantes permanezcan durante más de una semana a bordo de una nave sin condiciones para mantenerles durante tanto tiempo.
“Además del motín, controlado por los compañeros mediante el uso de disparos al aire de armas largas, nos preocupa la situación higiénica y sanitaria de estos trabajadores, que también son trabajadores españoles, aunque no parezca interesar su situación a ningún ministerio, ni el de Trabajo”, ha argumentado Agustín Leal.
Desembarco y vuelta al puerto en Canarias
JUCIL confía en que la misión de esta tripulación, que se ha prolongado mucho más de lo previsto y se desarrolla en condiciones deplorables de falta de alimentación, de agua y de condiciones higiénicas y sanitarias, culmine tras el desembarco de los migrantes en Senegal. “Esperamos que los compañeros puedan controlar cualquier nuevo conato de motín por parte de los rescatados y que no haya dificultades por parte de Senegal para que la recepción de estas personas”, ha manifestado Agustín Leal.
La asociación profesional de guardias civiles también espera que los integrantes de esta tripulación, que se han visto sometidos a una fuerte presión durante estas jornadas y a una evidente situación de estrés sean atendidos adecuadamente al regreso de la embarcación a su puerto en las Palmas de Gran Canaria.