Manuela Lorenzo Romero desaparece el 25 de julio de 2015 en Boiro (A Coruña)
A los 70 años de edad, Manuela desaparece en Bealo (Boiro) provincia de A Coruña. La última vez que se tiene conocimiento sobre su paradero, es el 25 de julio en Boimanzán.
No fue hasta el día siguiente cuando se interpuso la denuncia por desaparición. La investigación comienza en A Coruña y sigue propagándose por diferentes municipios de Galicia. En una primera instancia, se dio comienzo la misma por las fincas que Manuela tiene en propiedad. Hasta ella se desplazaron brigadas de rastreo junto a vecinos que quisieron cooperar en la búsqueda. A pesar de no haber trascendido dato relativo a la vestimenta que poseía el día de su desaparición, se entiende que hacía uso de su bastón, el cual la acompañaba durante sus paseos.
A pesar de haber pasado cuatro años desde su desaparición, los vecinos y familiares siguen recordándola y realizando batidas puntuales que suman esfuerzo en la búsqueda de la septuagenaria. Hacer saber que la última vez que se la vio fue en la parroquia Bealo (Boiro).
La mujer es conocida como “Lela a do Quinto”. Residía sola en una vivienda del municipio de Boimanzán. La investigación policial partió desde la vivienda de Manuela, entendiendo que, en las próximas horas al momento de la desaparición, Manuel regresaría. A pesar de llevará a cabo innumerables esfuerzos tanto por el perímetro próximo a la vivienda, como por el río colindante que pasa por la parroquia, todavía en la actualidad, se desconoce su paradero.
En lo que respecta a su salud mental, no se tiene conocimiento de que pareciese ningún tipo de alteración y/o trastorno que le mermasen su capacidad cognitiva.
Desde el momento último que se la vio hasta la notificación a medios policiales de la misma, transcurrieron tres días. Ni su hijo, ni sus vecinos pueden entender qué es lo que ha podido ocurrirle a Manuela; una mujer sociable y de costumbres fijas.
Su hijo, ingeniero naval residente en Santiago, solita que la búsqueda siga activa puesto que sostiene que alguien tiene que saber algo sobre lo que le pudo ocurrirle a su madre.
Para toda información que se pueda aportar, quedan las líneas 112, 092 y 061 a disposición de todas aquellas personas que tengan información sobre su paradero.