595 personas han fallecido como consecuencia de su trabajo hasta el mes de octubre, 17 más que en el mismo periodo del año anterior, a pesar de la disminución del empleo provocada por la crisis del coronavirus.
Las empresas no están invirtiendo en prevención. UGT considera indispensable abrir una mesa de diálogo social estatal en materia de siniestralidad laboral para acordar medidas urgentes que pongan fin a esta situación. #NiUnaMuerteMás en el trabajo
Es imprescindible articular un Plan de choque contra la siniestralidad laboral de forma inmediata.
La Unión General de Trabajadores denuncia el aumento alarmante de los accidentes mortales durante la jornada laboral durante los diez primeros meses del año, con un total de 595 personas trabajadoras fallecidas como consecuencia de su trabajo (17 más que durante el mismo periodo de 2019), a pesar de la bajada de actividad provocada por la crisis del coronavirus.
Llama especialmente la atención que durante la jornada de trabajo hayan fallecido 53 personas más respecto al mismo periodo del 2019 (+11,8%), 93 fallecimientos fueron in itinere, 36 menos que en hasta el mes de octubre del año pasado (-27,9%), lo que tiene fácil explicación dado que se han reducido los desplazamientos, muchas personas siguen en teletrabajo.
Así lo recoge el Ministerio de Trabajo y Economía Social, con datos de enero a octubre de 2020, que señala que la primera causa de estos fallecimientos durante la jornada de trabajo se debe a los infartos y derrames cerebrales, con 189 accidentes (+13,2%).
La siniestralidad laboral, en datos
Se han producido 826.299 accidentes de trabajo, de los cuales 397.019 accidentes laborales han causado la baja laboral del trabajador –descendiendo este dato en un 26%- y 429.280 no han producido incapacidad temporal –experimentando una disminución del 29,6%-.
De los accidentes laborales que causaron baja, 350.642 tuvieron lugar durante la jornada de trabajo, descendiendo en un 24,6%. El resto, 46.377 accidentes laborales fueron registrados in itinere, descendiendo en un 34,8%.
327.400 accidentes con baja durante la jornada laboral se registraron entre trabajadores asalariados –lo que supone un descenso del 25,4% respecto al dato publicado para los diez primeros meses de 2019- y 23.242 entre trabajadores por cuenta propia –descendiendo en este caso un 13%-.
La incidencia de los accidentes de trabajo en jornada laboral desciende fuertemente (-22,8%), influido por el descenso en la actividad empresarial y el teletrabajo. La reducción de la incidencia es generalizada en todas las secciones de actividad, siendo la Hostelería donde se aprecia el mayor descenso (-44,8%), seguida de la Administracion publica y defensa donde el índice de incidencia de los accidentes con baja durante la jornada laboral disminuye en un 28,7%.
Las secciones de actividad que presentan unos mayores índices de incidencia respecto de los accidentes de trabajo con baja ocurridos durante la jornada laboral son; las industrias extractivas (503,5 accidentes con baja por cada 100.000 trabajadores con la contingencia de accidentes de trabajo específicamente cubierta), la construcción (459,8) y el suministro de agua y saneamiento y gestión de residuos (442,9).
Según los datos de la EPA del tercer trimestre del 2020, se pone de manifiesto el descenso de la actividad empresarial, en el último año la ocupación disminuye en todos los sectores: Servicios (–533.600), Industria (–128.100), Construcción (–20.600) y Agricultura (–15.200). En los 12 últimos meses el empleo a tiempo completo disminuye en 563.000 personas y el empleo a tiempo parcial en 134.500. El número de asalariados ha disminuido en 681.900. El empleo indefinido ha disminuido en 99.100 personas y el temporal en 582.800. La evolución del paro en variación anual es del 15,82%. La cifra total de desempleados se ha incrementado en 508.500 personas en un año, con un aumento de 256.900 en los hombres y de 251.600 entre las mujeres.
La incidencia de los accidentes mortales ocurridos durante la jornada laboral aumenta en un 14,5%, alcanzando los 0,277 accidentes mortales por cada 100.000 trabajadores con la contingencia de accidentes de trabajo específicamente cubierta. El sector agrario es el que presenta la mayor incidencia de los cuatro (1,150) y es el más afectado por el incremento en la incidencia de la siniestralidad mortal, que prácticamente se duplica (+96,5%). Le sigue la construcción con un índice de 0,721, siendo el único de los cuatro sectores que experimenta un descenso (-10,8%), Industria con 0,543 muertes por cada 100.000 trabajadores (+31,8%) y en último lugar el sector servicios con 0,152 accidentes mortales por 100.000 trabajadores (+2,5%).
Abrir la mesa de diálogo social sobre siniestralidad para acabar con esta lacra
Para la Unión General de Trabajadores, dada las elevadas cifras de fallecimientos en el trabajo, aún con el acusado descenso de la actividad económica, se ha puesto de manifiesto que la seguridad y salud en el trabajo se está dejando en un segundo plano en las empresas. Se están produciendo menos accidentes, pero son de mayor gravedad, ya que los mortales ocurridos durante la jornada laboral aumentan. Desde UGT creemos necesario abrir una mesa de diálogo social estatal en materia de siniestralidad laboral para acordar medidas urgentes que pongan fin a esta situación.
Para el sindicato, es imprescindible articular un Plan de choque contra la siniestralidad laboral de forma inmediata. El constante aumento de las muertes en el trabajo es altamente preocupante y debe ser abordado urgentemente. Entre las líneas de este Plan de Choque no puede faltar la reducción de la incidencia de los riesgos psicosociales entre la población trabajadora ya que la primera causa de muerte durante la jornada de trabajo son los infartos y derrames cerebrales, patologías asociadas a este tipo de riesgos laborales.
Además, UGT reclama la creación de la figura del Delegado o Delegada Territorial y/o Delegados/as sectoriales de prevención a través de la negociación colectiva. Ayudarían sin duda a mejorar la prevención de riesgos en las pequeñas y medianas empresas de nuestro país que no tiene representación sindical. Es un hecho que los centros de trabajo sindicalizados son centros de trabajo más seguros.