En su momento ya escribí en esta columna de h50 Digital Policial sobre la “industria sicarial” instalada en España o, dicho en términos a pie de calle, matar a jornal por encargo y a la carta. No se trata de ser profeta en la materia, pero este problema tremendo ya apuntaba maneras en nuestro país hace una década para quien quisiera vislumbrar las señales.
Intento de asesinato
El intento de asesinato del político Vidal-Quadras en una céntrica calle de Madrid por unos sicarios ha vuelto a poner de manifiesto un tema siniestro que causa enorme alarma social; no en vano se trata de un delito contra la vida.
Y ahora la pregunta; ¿hay verdaderamente una “industria sicarial” en España? Sí, rotundamente. Ningún estudioso serio de la fenomenología criminal puede negarlo en rigor. Y la hay desde hace tiempo por varios motivos: por ser la península ibérica una de las principales puertas de entrada del narcotráfico en la Unión Europea, y por ende soportar el asentamiento de la criminalidad organizada transnacional o “crimen sin fronteras”, por la indudable relación idiomática y sentimental con Latinoamérica, y, entre otras causas, por la proximidad geográfica con el avispero del Magreb.
Banalidad del mal
Ser sicario en algunas partes del mundo es, aunque parezca insólito, una “salida laboral” que da prestigio al interesado y llega a tener lista de espera. Impulsados por la falta de oportunidades, la marginalidad, el poder, la adrenalina de la violencia y especialmente la banalidad del mal, los jóvenes de algunos países iberoamericanos, del Este de Europa y del norte de África se enrolan en las filas del crimen organizado y las “multinacionales” de la droga, que en definitiva son lo mismo. Una especie de “infantería de la parabellum” que se alquila para “picarle el billete” a quien sea necesario, sin desazón de conciencia. El perfil social de estos individuos es semejante en todos los continentes.
Contratar a un sicario
Contratar a un asesino a sueldo en España cuesta una media de cinco mil euros, más o menos, dependiendo de la tarea, y bajando el precio con el paso del calendario. Hace unos años grabé un programa para televisión sobre este modus operandi, que se puede ver en internet; entonces el cálculo de las tarifas estaba en torno a quince mil euros por el tiro en la nuca.
¿Dónde se puede contratar a un sicario? Obviamente, en los ambientes delincuenciales a los que de ordinario no tiene acceso directo una persona normal, pero sí a través de comisionistas e intermediarios. También, por supuesto, mediante la caja de pandora que supone internet. Propongo al lector una prueba sencilla, que ya he repetido en alguna ocasión. Escriba en su navegador “contratar un sicario”. No es necesario que se arriesgue a entrar en la Deep Web; hágalo en la Red común. En efecto, aparecerán en pantalla cerca de 400.000 resultados de todo tipo y condición. Amén de las noticas de crónica negra, muchos de estos anuncios son simples estafas para extorsionar al incauto, pero, pongamos que únicamente un cinco por ciento tienen a priori visos de realidad…
Sicario de Vidal-Quadras
El asesinato fallido de Vidal-Quadras a plena luz del día en el barrio madrileño de Salamanca ha venido a recordarnos que negar la certeza sólo lleva al desastre. Cuando redacto estas líneas, la policía ha detenido en Andalucía a tres sospechosos de participar en el atentado al político, uno de ellos reconvertido en musulmán radical chií, al que el juez ha mandado a prisión. El autor material del disparo a bocajarro, identificado como Mehrez Ayari, de origen franco-magrebí con vínculos en Saint-Denis, y al menos otra muerte a sus espaldas, sigue huido. Lógico.
¿Mocro Maffia en España?
Me arriesgaré a esbozar una tesis personal sobre el caso. Hay considerables posibilidades de que, independientemente de quien haya contratado y pagado el “servicio”, es decir, la etiología, el ejecutor de la acción esté relacionado con el ámbito de la Mocro Maffia.
La Mocro Maffia es una red de grupos criminales de origen magrebí que se dedica fundamentalmente al narcotráfico, al asesinato retribuido y a los secuestros, tanto por cuenta propia como alquilándose al mejor postor. Estos clanes del crimen organizado transnacional, con crecimiento en los Países Bajos y Bélgica, tienen sin embargo su médula espinal y linaje en el Magreb. Así, hace tiempo que la Mocro Maffia acampó definitivamente en España, cabeza de puente estratégica entre Europa y África.
En 1994, el escritor Fernando Vallejo publicó su novela “La virgen de los sicarios”, luego llevada al cine por el director B. Schroeder. La cinta recibió el premio del Senado de Italia y fue galardonada en el Festival de Venecia del 2000. Animo a verla; fue premonitoria. Como dijo el clásico: estudia el pasado si quieres pronosticar lo que está por venir. Tal cual.
Garrote