Los Mossos y la Policía Nacional detuvieron el pasado martes, en una operación conjunta, a seis individuos miembros del mismo grupo criminal. Su actividad delictiva se basaba en hacerse pasar por policías y así asaltar plantaciones de cannabis en Tarragona.
No son pocas las personas que viven fantaseando con formar parte de la Policía Nacional y participar en entradas como las que cuenta Víctor Fernández en su libro ‘Crónicas de un policía novato’. Otras tantas lo intentan durante años, acercándose al ansiado APTO día tras día. Sin embargo, esta clase de noticias nos muestran otro tipo de “pasión” por el uniforme, de hecho, ilegal.
Los hechos se remontan al año 2023, cuando comenzaron con su actividad criminal. El primer e infructuoso golpe, 17 de junio, fue investigado y acusado de asalto en grado de tentativa. Pero no se dieron por vencidos y continuaron, “hacer de poli mola” o eso dicen los chiquillos por los patios de los colegios de España, aunque este caso no fuese para hacer el bien.
Hasta en tres ocasiones demostraron su envidiable capacidad para la interpretación y, lo más peligroso, para el uso de armas de fuego cortas y largas. Los asaltos los hacían en manada, vestidos todos con indumentaria policial, así lo ha asegurado Mossos en un comunicado. En sus numerosas aventuras, dejaron: un herido, un vehículo robado y mucho miedo.
Todos ellos contaban con un historial envidiable en el mundo de la delincuencia, muchos relacionados con drogas. Hasta 200 efectivos, entre ambos cuerpos, practicaron seis entradas y registros en Reus, Ruidoms, Pratdip y Botarell.