La Policía Nacional ha detenido en Valencia a dos hombres de 24 y 27 años, de origen ecuatoriano y boliviano, respectivamente, uno de ellos con antecedentes, como presuntos autores de los delitos de detención ilegal –secuestro–, amenazas graves, estafa y organización criminal, tras al parecer amenazar a una pareja a pagarles 3.000 euros y ante la imposibilidad de hacer frente al pago, ofrecerles otra forma para poder pagarles. Los sospechosos ingresaban dinero desde una cuenta que no era suya a las cuentas bancarias de la pareja, y después ésta tenía que sacarlo y entregárselo. En una de las ocasiones permanecieron más de 12 horas en el domicilio de las víctimas.
Las investigaciones se iniciaron a principios de diciembre, al tener conocimiento los agentes que una pareja al parecer estaba siendo amenazada por un grupo de personas. Los policías averiguaron que la pareja había conocido a un grupo de personas en un parque mientras consumían al parecer marihuana y posteriormente cuando se encontraban en el coche, había acudido el grupo amenazándoles con una navaja para que les pagasen 3.000 euros por lo que habían consumido. Al no poder la pareja hacer frente al pago, les ofrecieron otra manera de solucionarlo.
Recibían dinero en sus cuentas que luego debían entregar
Los agentes averiguaron que el grupo le había solicitado a la pareja sus números de cuentas bancarias, diciéndoles que recibirían 500 euros cada uno, y que después tenían que retirar y entregárselo en mano.
Transcurridos unos días, los sospechosos se presentaron en el domicilio de la pareja y les dijeron que iban a recibir nuevamente dinero que tenían que sacar y entregárselo, mientras que a la mujer al parecer le metían el cañón de un arma de fuego en la boca, por lo que la pareja accedió a lo solicitado, y hasta que no recibieron la transferencia no abandonaron el domicilio de las víctimas, permaneciendo en el mismo más de 12 horas. Al día siguiente, los sospechosos regresaron al domicilio de la pareja y realizaron la misma operación, que tras recibir la transferencia, sacaron el dinero.
En el transcurso de las investigaciones, los agentes averiguaron que la cuenta bancaria desde la que la pareja había recibido la transferencia estaba inmersa en una investigación, ya que su titular se había percatado de que le habían realizado varias transferencias por un valor de unos 32.000 euros a distintas cuentas bancarias de España, probablemente hackeando su teléfono móvil.
Dos de las cuentas bancarias a las que habían realizado dichas transferencias correspondían a la pareja. Como consecuencia de las investigaciones, los policías identificaron a dos miembros del grupo y tras realizar diversas comprobaciones los detuvieron como presuntos autores de los delitos de detención ilegal, amenazas graves, estafa y organización criminal.