La investigación conjunta de los Mossos y de la Guardia Urbana se inició a finales de marzo a partir de una información anónima que alertaba de la venta de drogas desde un piso de este barrio
La pareja, con varios antecedentes por tráfico de drogas, escondía en su domicilio dos armas de fuego, abundante munición y armas blancas de grandes dimensiones
Agentes de la Policía de la Generalidad-mozos de escuadra de la Unidad de investigación de la comisaría de San Andrés, junto con la Unidad de investigación de la Guardia Urbana de Barcelona, iniciaron hace unos meses una investigación sobre un grupo de personas que se dedicaba a la venta de sustancias estupefacientes en el barrio de Baró de Viver de Barcelona.
La investigación tenía su origen en unas quejas vecinales que manifestaban que había personas toxicómanas comprando sustancias estupefacientes en un inmueble del barrio, y eso les generaba inseguridad para ellos mismos y para sus familiares. Los vecinos se quejaban de forma anónima para que los traficantes los amenazaban y tenían miedo a represalias, por lo que no se conocían denuncias de este hecho delictivo.
A raíz de la investigación, basada principalmente en vigilancias, seguimientos e intervenciones de droga a compradores, se constató que las dos personas que vivían en el domicilio investigado llevaban a cabo el tráfico de drogas de forma continuada, concretamente heroína, lo distribuían y vendían consumidores desde su propio domicilio.
El miércoles 13 de mayo por la mañana, un dispositivo conjunto de efectivos de los dos cuerpos policiales hizo una entrada y registro por orden judicial en el domicilio de los investigados con el objetivo de detenerlos. Los agentes intervinieron utensilios necesarios para trabajar la heroína y distribuirla, dinero, objetos y armas, y toda la documentación que acreditaba el flujo de dinero relacionados con el tráfico de estupefacientes.
En el interior del inmueble se encontraban las dos personas investigadas que quedaron detenidas. Los investigadores encontraron dos armas de fuego corta, un revólver y una pistola semiautomática, con considerable munición, sin encontrar ningún tipo de licencia y escondidas en el interior de los armarios de los dormitorios de las hijas.
Se localizó también un arma blanca de grandes dimensiones, escondida con una balanza de precisión y utensilios para la confección de envolturas (recortes ya hechos de mono-dosis).
Finalmente, se decomisaron 3.865 euros en billetes fraccionados, obtenidos presuntamente del ilícito comercio de la venta de sustancias estupefacientes, escondidos en el interior de un calcetín dentro de un cajón y que fueron entregados al Juzgado.
La investigación se mantiene abierta para esclarecer si los detenidos podrían estar implicados con otros hechos delictivos.
Los detenidos pasaron a disposición judicial este sábado 15.