El responsable de Interior, Fernando Grande Marlaska, ha anunciado que a finales de año San Esteban de Gormaz, Soria, por fin podrá contar con su nuevo puesto de la Guardia Civil. Más de cuatro años después del anuncio de su derribo para construir en la misma parcela el nuevo edificio destinado a la Benemérita.
En su visita a las nuevas instalaciones Grande-Marlaska ha puesto este cuartel como ejemplo del compromiso del Gobierno con la España rural. “Puestos como el de San Esteban de Gormaz, ha dicho el ministro, son el pilar esencial para garantizar la seguridad que requiere el desarrollo económico y social en un territorio con unas condiciones difíciles por la despoblación progresiva que padece desde hace décadas”.
Para AEGC este compromiso será muy difícil de cumplir con los 7 guardias, 1 cabo y 1 sargento. Difícilmente 9 agentes podrán dar un buen servicio a los más de 4.000 vecinos de los 36 pueblos repartidos en más de 400 kilómetros cuadrados que tienen de demarcación.
Esta asociación viene quejándose y remarcando que con este personal es imposible sacar patrullas que puedan cubrir diariamente esa extensión, por lo que solo es posible poner en la calle dos patrullas con la suma de todos los puestos de la 3ª compañía a la que pertenece San Esteban de Gormáz.
Lo que significa que pueden pasar días sin que en muchos de estos pueblos vean una patrulla. Esta falta de personal tiene también otro hándicap para los ciudadanos de estos municipios: la capacidad de respuesta de la Guardia Civil en su demarcación es mucho mayor, llegando a tardar hasta una hora en llegar a los avisos.
Desde AEGC recientemente han vuelto a recordar al Ministerio del Interior, con motivo del anuncio de la oferta de empleo público para la Guardia Civil, que las plazas que se ofertaban no iban a solucionar el problema que tiene la Benemérita para dar a la España rural el mismo servicio de seguridad que tienen los grandes municipios.
El déficit de agentes que viene arrastrando desde hace años la Guardia Civil impide que se cubran todas las vacantes, “pero además hablamos de destinos en los que los agentes y sus familias tienen ante sí los problemas que sufren sus vecinos: sin acceso a vivienda, sin colegios, sin médico, etc., esto se traduce en que la España Rural o España Vaciada se vacía también poco a poco de guardias civiles”.