Un agente de la Guardia Civil ha sido brutalmente agredido después de presenciar como un individuo propinaba un fuerte puñetazo a otro que terminó en el suelo inconsciente y tratar de acudir en su auxilio.
Los hechos ocurrieron hace unos días en las inmediaciones de un conocido pub del municipio de Sant Josep (Islas Baleares). El guardia civil, fuera de servicio, emprendió entonces una carrera para perseguir al agresor que huyó de la zona inmediatamente después de propinarle el golpe a la víctima.
El agente no pudo darle alcance por lo que regresó al lugar de los hechos para priorizar su actuación atendiendo a la víctima de la agresión. En ese momento, otro individuo que había oído como el agente se identificaba como tal, acometió con brutalidad contra éste fracturándole la mandíbula, motivo por que ha tenido que ser intervenido quirúrgicamente.
Tras este último ataque sufrido por un agente fuera de servicio. La Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC), ha vuelto a exigir un cambio en el tratamiento penal que tienen las agresiones a los integrantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. “Desde AEGC llevamos años denunciando que la protección penal que tienen los miembros de las FFCCS es insuficiente, siendo las penas que se imponen a los agresores ridículas en muchas ocasiones”, manifiestan desde esta asociación.
A su vez, reclaman al Gobierno que los agentes tengan consideración de autoridad para que hechos, como esta última agresión, sean castigados con mayor severidad, especialmente en un momento en el que se han incrementado el número de agresiones a los profesionales de la seguridad pública.
“El agente, al que defendemos desde AEGC, se personará como acusación particular contra el agresor, detenido días después y que se enfrentará a un delito de lesiones y a un delito de atentado contra agente de la autoridad lo que conlleva acarreadas penas inferiores por no tener consideración de autoridad, como si tienen, por ejemplo, los jueces, los médicos o los profesores”, sentencian.