Corren tiempos convulsos en el seno de la Policía Foral en relación a los expedientes abiertos a dos policías en relación a los expedientes abiertos a dos policías tras las presuntas presiones del exalcalde de Murchante al jefe de la Comisaría de Tudela.
Los agentes se encuentran a la espera de conocer si desde la Brigada de Régimen Interno se les iba a imponer a algún tipo de sanción, una vez oídos en declaración por la intervención con unos cazadores que se encontraban disparando demasiado cerca de asentamientos poblacionales.
En dicha intervención, vivida el pasado 4 de abril, los agentes denunciaban a cuatro cazadores por irregularidades en el uso, custodia y documentación de escopetas de caza.
Por circunstancias que se desconocen, esto motivó la presunta llamada del por aquel entonces alcalde de Murchante, Tomás Aguado (PSN), al actual jefe de la Comisaría de Tudela, de la cual dependen los agentes ahora expedientados.
Ocho de las diez denuncias efectuadas contra el grupo de cazadores quedarían sin efecto por un órgano, al parecer, incompetente en dicha materia. Mientras, las otras dos, se extraviarían incomprensiblemente.
Los policías expedientados consideran ahora que régimen interno ha podido cometer diversas irregularidades durante la tramitación de sus expedientes disciplinarios que califican de “inconcebibles”, además de emitir informes que atentan descaradamente contra la verdad.
Por si fuera poco, el segundo responsable de la Brigada de Régimen Interno ha denunciado a su propio jefe, instructor del procedimiento disciplinario a los agentes, por el presunto encubrimiento y la tolerancia de dichas infracciones durante las actuaciones llevadas a cabo por el expediente disciplinario a los policías.
Situaciones turbias que no hacen ningún favor a un cuerpo del prestigio de la Policía Foral de Navarra y que deberán dirimirse irremediablemente en los juzgados de Justicia.