El pasado 13 de enero siete vecinos de Roquetas de Mar volvieron a nacer gracias a la actuación de los Agentes de la Guardia Civil.
Los Agentes lograron que cinco adultos, uno de ellos con la pierna escayolada y con muletas, y dos niñas de 7 y 11 años abandonasen un edificio en el que se encontraban atrapados por el humo y el fuego de un incendio.
Un Sargento y un Guardia Civil, cuentan cómo se produjo este auxilio.
“Fue temprano, sobre las ocho y media de la mañana, cuando los operadores de la Central Operativa de Servicios (COS-062) emitieron un aviso a las patrullas en servicio sobre la existencia de un incendio en un edificio de viviendas en la avenida Carlos III de la localidad.”
“Llegamos en primer lugar y vimos una cortina de humo que salía de la ventana del primero. Entramos mi compañero y yo y encontramos a un hombre en el primer piso que estaba intentando apagar el fuego con un extintor. Como tenía la puerta abierta, había provocado que saliese más humo al rellano”.
Al parecer, fue esta persona la que había provocado de forma accidental el incendio cuando cocinaba.
Los dos Agentes instaron a esta persona a abandonar el edificio y cuando salían con él, llegaron al lugar el Sargento y otros tres compañeros.
Entre los seis Agentes, subieron planta a planta los cuatro pisos del inmueble hasta llegar a la última de ellas, a pesar del riesgo que esto suponía para su propia integridad física.
En la última planta se encontraron a dos menores acompañadas por cinco adultos,uno de ellos con movilidad reducida.
En un primer momento, y ante la imposibilidad de evacuar a estas personas por la escalera debido a la gran cantidad de humo, los Agentes subieron con los rescatados hasta la azotea del edificio.
“Los aseguramos en la azotea. Tenían miedo, las niñas sobre todo, que estaban llorando. Se les dijo que nos íbamos a la azotea porque si no se iban a asfixiar”.
En un principio, los Agentes de la Guardia Civil tenían previsto aguantar en la azotea, hasta que llegasen los Bomberos.
Pero todo cambió cuando comprobaron que partes del inmueble se estaban desprendiendo.
“Empezó a oírse un crujido en el piso de abajo y ordené que nos fuésemos ante la posibilidad de que el incendio fuese hacia arriba”, declara el Sargento.
Se decidió de urgencia la evacuación de estas personas por la escalera de manera rápida, por lo que los agentes cogieron en peso a los dos menores de edad, así como a la persona con la pierna escayolada, seguidas del resto de los adultos, logrando finalmente la evacuación.
“Les prestamos chaquetas y prendas para que se taparan y no tragasen humo. Les dijimos que cuando pasásemos por el primero no respirasen y no parasen. Desde el inicio hasta ese momento sólo pasaron unos minutos, pero parece toda una histeria, los segundos parecían horas”.
Fue tan rápida la evacuación que cuando los bomberos llegaron ya no quedaba nadie en el interior del edificio.
Finalmente, los bomberos consiguieron extinguir el incendio, constatando que el edifico sufrió daños estructurales.
Varios Agentes de la Guardia Civil tuvieron que ser atendidos por los servicios sanitarios por inhalación de humo.
Una vez más cumpliendo con su deberes incluso exponiendo sus vidas