La Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones (APFP), sindicato exclusivo en el ámbito penitenciario, ha informado de los graves hechos acaecidos este miércoles en el Centro Hospital Psiquiátrico Penitenciario de Sevilla, donde un interno tuvo que ser rescatado en estado de inconsciencia tras prender fuego a su celda.
Los hechos ocurrieron sobre las 15:50 horas del 11 de noviembre cuando se detectó un incendio provocado por parte del interno J.M.E.E. que hizo saltar la alarma de incendios derivando en una gran humareda procedente de su celda. Al punto se personaron los funcionarios y personal laboral de servicio en el departamento junto al Jefe de Servicios iniciando la extinción del fuego en dicha celda y atendiendo al interno que lo provocó, que estaba inconsciente, siendo posteriormente trasladado al hospital.
La rápida actuación de funcionarios y personal laboral del centro logró salvar la vida del interno que lo provocó, del resto de internos de la galería y evitó mayores daños en las instalaciones.
Este tipo de sucesos son habituales en los dos únicos Psiquiátricos Penitenciarios que hay en España, ya que se trata de internos son enfermos mentales con los que es muy difícil tratar debido a la falta de personal, de formación específica y la inadecuada infraestructura de los edificios, que sólo son contrarrestadas por la profesionalidad que tienen los trabajadores penitenciarios de este tipo de centros.
Los trabajadores penitenciarios arriesgan sus vidas a diario para salvaguardar la de los internos/as, careciendo de los medios necesarios, con una formación insuficiente para actuar como bomberos y una escasa cantidad de efectivos para afrontar estas situaciones en la que la vida y la muerte se resuelven en breves minutos.
Es necesario que se produzca de manera urgente, una reclasificación de ambos Psiquiátricos Penitenciarios, que refleje el sobreesfuerzo, la peligrosidad y la especial dificultad que conlleva la realización de las tareas propias de nuestro trabajo en un entorno oficialmente calificado como especial, dotarlos de más personal y más formación, además de equiparar su sueldo con los compañeros que prestan su servicio en las prisiones catalanas.