La muerte de George Floyd ha levantado una tormenta en Estados Unidos de tal calibre, que se cuestiona el uso de la fuerza policial, ya que según algunos estudios, sería una causa importante de la muerte de hombres jóvenes en el país donde los negros corren un riesgo 2,5 veces mayor que los blancos de ser muertos por la policía.
Con la intención de sacar a la luz la realidad de los hechos, el New York Times ha reconstruido la secuencia de la intervención policial que desencadenó en la muerte de George Floyd a manos los agentes James Alexander Kueng, Thomas Lane, Tou Thao y Derek Chauvin, apoyados en vídeos, informes y audios.
Tanto el agente Chauvin, con 17 expedientes por excederse en sus funciones, tres tiroteos y un muerto, como el agente Tou Thao, con seis quejas, forman parte de un recurso policial. Y como consecuencia de las primeras investigaciones, se acusa al agente Chauvin de asesinato y homicidio por la muerte de este empleado de restaurante de 46 años, que había perdido su trabajo días antes por la crisis del coronavirus.
Secuencia de la muerte de George Floyd
Los hechos se iniciaron el día 25 de mayo sobre las 20.00 horas, cuando George se disponía a entrar en una tienda llamada Cup Food para comprar tabaco con un billete de 20$ aparentemente falso. Una cámara de un restaurante al otro lado de la calle graba los hechos. Dos empleados salen de la tienda y le encuentran en su coche. Seguidamente le piden que devuelva los cigarrillos y George se niega, regresando los empleados a la tienda. Cuatro minutos más tarde efectúan la llamada a la policía alertando del suceso, indicado que “está terriblemente borracho” y “no se controla”.
Minutos después llega el primer vehículo policial. Los oficiales Alexander Kueng y Thomas Lane se dirigen al vehículo del sospechoso. El agente Lane se acerca al coche, y tras un breve dialogo, desenfunda su arma reglamentaria, ordenando a Floyd que ponga las manos sobre el volante y que salga del vehículo. Ante la negativa de Floyd, llega el otro agente, y entre ambos consiguen sacarlo del coche y le esposan, conduciéndole al muro del restaurante frente al que estaba aparcado. Durante seis minutos permanece sentado, sin muestras aparentes de resistencia o violencia.
Después de interrogar a Floyd, arrodillado en el suelo, le conducen a la parte trasera de su vehículo, momento en el que Floyd cae por primera vez al suelo sin motivo aparente. En esos momentos llegan dos recursos policiales más. Una vez Chauvin llega al lugar, se involucra activamente. Este mismo agente manifestó que el detenido declaró que sufría claustrofobia, y que por ese motivo se negaba a entrar en el vehículo policial para su traslado.
Posteriormente, Chauvin y Thao, abren la puerta trasera del vehículo policial, sin saber el motivo de esta acción, y lo sacan a la fuerza, procediendo a tumbarle en el suelo boca abajo. Chauvin presiona el cuello de Floyd, mientras Kueng inmoviliza el torso y Lane las piernas. En ese momento se escuchan por primera vez las quejas de Floyd “No puedo respirar, hombre, por favor”. Un minuto más tarde, desde el segundo coche, los agentes solicitan atención médica no urgente por radio, informando de una lesión en la boca de Floyd. Esta primera llamada es sustituida rápidamente por otra llamada de atención médica urgente.
Un chico de 17 años comienza a grabar desde otro ángulo. Durante siete minutos se observa como Chauvin presiona con la rodilla el cuello de Floyd. Lane le pregunta, “¿qué quieres?” – “No puedo respirar”, contesta el detenido, completamente
inmovilizado. “La rodilla en el cuello”.
El agente le increpa: “Pues levanta y métete en el coche”. “Lo haré. No puedo moverme. No puedo respirar. Mamá”, grita Floyd, a duras penas. En esos siete minutos repite 16 veces “no puedo respirar”, hasta perder la consciencia. Los transeúntes demandan al agente Chauvin que deje de presionar con la rodilla el cuello del detenido, y que mire lo que está sucediendo.
Según los expertos médicos y policiales, estos cuatro oficiales cometieron una serie de acciones que violan los procedimientos, y que en este caso, se tradujo en un desenlace fatal. Durante al menos cinco minutos los agentes siguen presionando el cuello y el torso del detenido, reduciendo su capacidad de respirar. En el informe policial se advierte que Chauvin presionó el cuello ante la resistencia activa del detenido.
A los veinte minutos del arresto llega la ambulancia al lugar. Se observa como toman el pulso a Floyd, con la rodilla de Chauvin aún presionándole. Un minuto después, Chauvin levanta su rodilla del cuello de Floyd, a instancias del sanitario. El agente ha mantenido presionado el cuello del arrestado durante 8 minutos y 46 segundos.
Los paramédicos intentan introducir en la ambulancia al detenido, tardando sorprendentemente cinco minutos en conseguirlo, y seguidamente abandonan el lugar con dirección a un centro hospitalario. Cinco minutos después, desde el vehículo de emergencias, se comunica al hospital que el detenido entró en parada cardiaca, y que George Floyd está clínicamente muerto.