La Unión General de Trabajadoras y Trabajadores exige a las patronales, sectores y empresas que se adapten a la nueva realidad sanitaria y se sienten a negociar en los convenios el trabajo a distancia de manera inmediata, cumpliendo así con la ley.
La promulgación del Real Decreto 286/2022, que aligera la obligatoriedad de las mascarillas, tiene una derivada laboral, y específicamente sobre el teletrabajo, que está pasando desapercibida pero que es preciso emerger: el fin de la denominada excepción Covid. Hablamos de la disposición transitoria tercera del RD de trabajo a distancia (publicada en septiembre de 2020 y confirmado por el Congreso en verano de 2021), que permitía a las empresas evitar negociar las condiciones de teletrabajo alegando “medidas de contención sanitaria”. En este sentido, a lo largo de este año y medio, muchas empresas han rehuido no solo aplicar la completa extensión de la ley de trabajo a distancia, sino negociarlo de forma colectiva con la representación legal de las personas trabajadoras.
Para UGT, la eliminación de las mascarillas evidencia que el teletrabajo como forma de evitar la transmisión comunitaria del coronavirus ha perdido su sentido sanitario, por lo que ya no existen excusas: las empresas deben, de forma inmediata, comenzar a negociar colectivamente los modelos de teletrabajo aplicables. En concreto, las empresas deben negociar el tiempo y horarios de teletrabajo, el derecho a la desconexión, su encaje dentro de la una conciliación responsable, la regulación de los conceptos básicos de voluntariedad, reversibilidad, igualdad de trato y prevención de riesgos laborales y la formalización del imprescindible contrato individual de teletrabajo, además de las obligaciones que ya existen desde otoño de 2020, como son la dotación de medios, equipos y herramientas que exige el desarrollo del trabajo a distancia. En resumen: el desarrollo normativo, a través de la negociación colectiva del teletrabajo después de la pandemia.
Por todo ello, UGT exigirá a todas las patronales, sectores y empresas, en base a la nueva realidad sanitaria, la apertura de las mesas de negociación del trabajo a distancia de forma inmediata, cumpliendo así con la indispensable observancia de la ley. No caben más excusas para aplicar ya la ley.