UGT recuerda a la UE que el rescate de personas en el mar no es parte de la política migratoria, es una obligación.
El sindicato considera que subcontratar la contención de la migración con países que violan los derechos humanos, es inaceptable y no puede considerarse parte de una política migratoria.
La política migratoria comienza cuando las personas son desembarcadas en un puerto seguro, no en el de un país tercero que viola reiteradamente los derechos humanos de los migrantes.
El informe presentado por la Alta Comisionada de las Naciones Unidas, sobre la ausencia de protección de los derechos humanos de los migrantes en Libia ya sea en tránsito por ese país, durante su estancia en él o cuando intentan abandonarlo por la ruta del Mediterráneo Central, responsabiliza a las decisiones políticas y medidas adoptadas por las autoridades libias, las instituciones de la Unión Europea y sus Estados Miembros y otros actores que han contribuido a crear un escenario en el que la dignidad y los derechos humanos de los migrantes están en peligro.
El documento recuerda que la ruta del Mediterráneo Central está entre las más peligrosas del mundo, con más de 2.239 personas muertas o desparecidas entre enero de 2019 y diciembre de 2020. A pesar de que el número de personas que utilizan esta ruta ha disminuido, la letalidad ha aumentado; si en 2017, 119.300 personas alcanzaron Europa a través de esta ruta y el porcentaje de fallecidas era del 1´98%, en el 2019 con 14.560 personas en tránsito el porcentaje de muertes ascendió a 4´78%.
El informe describe una situación y unas prácticas sobre la que ya se ha alertado en demasiadas ocasiones y que la Unión General de Trabajadoras y Trabajadores ha denunciado reiteradamente.
La política migratoria comienza en los puertos seguros
Contravenir las leyes del mar no prestando asistencia a personas en peligro o no garantizando la llegada a un puerto seguro, cuesta vidas además de suponer también la violación de otros derechos humanos. Subcontratar, tal como ha hecho la Unión Europea, la contención de la migración con países que reiteradamente violan los derechos humanos de las personas migrantes, como es el caso de Libia, es inaceptable y no puede considerarse parte de una política migratoria.
Para UGT la búsqueda y rescate de personas en peligro en el mar, no debe ser considerada parte de la política en materia de inmigración. Es una obligación, para la Unión y para cada uno de sus Estados Miembros. La política y las decisiones en materia de migraciones comenzaran después, cuando esas personas sean desembarcadas en un puerto seguro. Pero seguro de verdad, un puerto comunitario, y no el de un país tercero que, a la vista de todo el mundo, viola reiteradamente los derechos humanos de los migrantes.
El sindicato considera además que es necesaria la corresponsabilidad real de todos los Estados Miembros, objetivo que tampoco se cumple con el Nuevo pacto europeo de migración y asilo, y la garantía de que una vez en territorio comunitario las condiciones de acogida, y la identificación de las personas responden a las obligaciones marcadas por la normativa internacional.
