¡Quiero ser soldado! Papá, mamá, ya sé que no esperabais que os dijera esto, pero es lo que deseo de todo corazón.
Me habéis inculcado desde pequeño el amor a nuestra tierra, a combatir las injusticias, a no rendirme y a conseguir mis sueños.
He crecido con películas, donde valores como el compañerismo, el deber con la patria y el orgullo hacia tu país, son el día a día de estos grandes profesionales.
Desde hace tiempo que deseo vestir ese uniforme y devolver a España todo lo que nos ha dado. Ser capaz de defender y garantizar la seguridad de la sociedad española.
Para mi no es un trabajo como otro, para mi es una forma de vida, donde el abanico es tan amplio que puedes estar desplegado en alguna misión humanitaria en cualquier parte del mundo, ayudando a mantener la paz, vigilando los espacios marítimos o el espacio aéreo, o ayudando en cualquier tipo de emergencia que lo requiera.
Valores como el compromiso, la disciplina, la solidaridad, el compañerismo, la igualdad, la ilusión o la superación marcará mi vida, como la de los miles de militares profesionales que desempeñan día a día su trabajo.
Y es que ¿en qué otro trabajo podría embarcarme meses en un barco, saltar en paracaídas, ayudar a extinguir un incendio, o ayudar a estabilizar con nuestra presencia y formación a un tercer país que lo necesita?
Se que es peligroso, muy peligroso, no es un videojuego o una película. Las armas son de verdad y las balas matan, pero para eso quiero prepararme, formarme y estoy seguro de que esto sacará lo mejor de mí. Ahí encontraré otra familia, donde nos protegeremos mutuamente día tras día, porque sé que tendré que poner en muchas ocasiones mi vida en sus manos y ellos las suyas en las mías.
Durante toda mi vida me habéis protegido, y creo que es hora de que yo haga lo mismo por España.